El Tribunal de Cuentas UE advierte de error en el gasto de 7.000 millones

El Tribunal de Cuentas de la UE (TCE) presentó hoy su informe anual sobre el presupuesto de la Unión Europea en el que apunta a que en 2013 hubo un error en el gasto de los recursos financieros comunitarios del 4,7%, que representa casi 7.000 millones de euros.

El TCE explicó que la estimación del porcentaje de error no mide el fraude, la ineficacia o el despilfarro vinculados al gasto, sino los fondos que no deberían haberse abonado por no haber sido utilizados de acuerdo a la normativa vigente.

En 2012 el margen de error fue ligeramente superior, del 4,8 %, y entre los errores habituales en este informe figuran los pagos de gastos no subvencionables o las adquisiciones realizadas sin la adecuada aplicación de la normativa sobre contratación pública.

El TCE subrayó también en su informe que la gestión del gasto europeo “no es aún suficientemente satisfactoria en términos generales ni en la Unión ni en los Estados miembros”.

Los gastos totales a cargo del presupuesto de la UE en 2013 sumaron 148.500 millones de euros y, al igual que en 2012, los dos ámbitos políticos más proclives a error fueron política regional, con una estimación del 6,9%, y desarrollo rural, con un 6,7%, señala el documento.

El presidente del Tribunal, Vítor Caldeira, presentó los informes anuales relativos al ejercicio 2013 ante la comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo (PE).

Ante los eurodiputados pidió que el sistema presupuestario se centre más “en la obtención de mejores resultados con sus gastos y no simplemente en usar los fondos disponibles”.

Según los auditores de la UE, en el periodo 2007-2013 se concedió prioridad a gastar los fondos, en lugar de a conseguir buenos resultados, con lo que los pagos con cargo al presupuesto de la UE en 2013 rozaron el 99% del máximo disponible para el ejercicio.

De esta forma, los gestores de los fondos de la UE “se dedicaron en primer lugar a gastar el dinero disponible, en segundo lugar a cumplir las normas y solo en último lugar, y de forma limitada, a obtener resultados e impactos en sus proyectos”, detalló Caldeira.

Pidió también “prudencia” a la Comisión Europea (CE) y a los Estados miembros a la hora de gastar el dinero de los contribuyentes y avisó de que “en el futuro no bastará con limitarse a cumplir los procedimientos establecidos”.

Además, recalcó la necesidad de dedicar “más incentivos para favorecer el rendimiento y optimizar los recursos”.

Asimismo se refirió a que los funcionarios nacionales y europeos sufren una presión considerable para gastar fondos, porque de lo contrario podrían perderlos, pero no tienen los mismos incentivos para obtener resultados con ese dinero, por lo que señaló que “esta situación tiene que cambiar”.

El documento también señala que los Estados miembros y la CE utilizan mecanismos correctores para proteger el presupuesto de la UE en caso de sistemas de control ineficaces o de gastos irregulares, sin los que el porcentaje global de error estimado para 2013 habría sido del 6,3% en lugar del 4,7%.

A pesar de ello, para reducir significativamente los porcentajes de error, Caldeira señaló que “se necesita mejorar la información que producen sobre los errores en los gastos y las medidas correctoras que adoptan, pero aún es más importante que ataquen la causa del problema”, a través de la prevención.

Como en ocasiones anteriores, los auditores constataron que, “en gran parte de los errores detectados, las autoridades nacionales disponían de información suficiente para haber corregido muchos de ellos antes de solicitar el reembolso a la CE, lo que habría reducido el porcentaje de error estimado”, apunta el informe.

Por ejemplo, el documento muestra que en la partida de política regional, energía y transportes, este habría pasado del 6,9% al 3,9%, en la de desarrollo rural, medio ambiente, pesca y salud se habría reducido del 6,7% al 2 % y en empleo y asuntos sociales del 3,1% al 1,9%.