Tsipras dice que la gestión de los refugiados recae en Grecia tras el cierre de fronteras

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, afirmó hoy que Grecia se enfrenta a la difícil tarea de gestionar todo el flujo migratorio después de que varios países hayan cerrado sus fronteras y aseguró que el país corre el riesgo de convertirse en “un depósito de almas”.

“Skopje cerró su frontera ilegalmente y es real el riesgo que usted ha mencionado; que Grecia se transforme en un depósito de almas”, dijo Tsipras en una intervención en el Parlamento para responder a una pregunta de la oposición sobre la gestión de la crisis humanitaria.

El primer ministro recalcó que nadie tiene derecho a decidir quién es refugiado según su nacionalidad y explicó que el Gobierno ha puesto en marcha los programas de retorno a los países de origen de los migrantes económicos.

Miles de personas se quedaron bloqueadas durante tres semanas en la frontera entre Grecia y Macedonia después de que las autoridades de la Antigua República Yugoslava de Macedonia decidiesen cerrar el paso a todos los que no procediesen de Siria, Afganistán o Irak.

La Policía griega procedió al desalojo pacífico de la frontera el pasado miércoles y los cerca de 2.500 migrantes fueron conducidos en trenes y autobuses hasta los centros de acogida de Atenas, en su mayoría, y de Salónica, en el norte del país.

Sin embargo, según indicó una fuente de un ONG local a Efe, la mayor parte de los reubicados desaparecieron tras llegar a Atenas.

Se sospecha que muchos de ellos están a la espera de poder salir del país aceptando las ofertas de los traficantes que les proponen llevarles hasta Italia a cambio de entre 1.500 y 2.000 euros por persona.

En este sentido, la prensa local apunta que la Policía reforzará los controles en carretera en las localidades de Patra (oeste del país) e Igumenitsa (noroeste), la ruta utilizada por los transbordadores en dirección a Italia.

En el centro de acogida de Tae Kwon Do en Atenas hay ahora cerca de 1.200 personas, que deberán ser trasladadas a otro emplazamiento antes del 17 de diciembre, ya que el recinto acoge una competición deportiva.

Esta noche se han producido algunos momentos de tensión por la pelea entre algunos migrantes, que ha dejado a tres de ellos con heridas leves.

La recolocación en los centros de Atenas ha provocado la reacción de varios alcaldes, entre ellos el propio edil de la capital, que ha mostrado su preocupación de que las plazas públicas, en especial la de Victoria, se conviertan de nuevo en improvisados campamentos.

La Asociación de Ayuntamientos ha anunciado que el lunes llevará a cabo una concentración ante el Ministerio de Migración para protestar contra el hecho de que las instituciones locales tengan que asumir el coste de acogida de refugiados y migrantes.

Las críticas al Gobierno griego también llegan desde fuera del país.

A la presión de estos días por parte del resto de socios para que aumentase la protección de sus fronteras y al envío de los equipos de Frontex que se desplegarán en el límite con Macedonia y en las islas del Egeo, se sumó ayer la apertura de un procedimiento de infracción por parte de la Comisión Europea.

El Ejecutivo comunitario considera que Grecia -junto a Italia y Croacia- no ha registrado a todos los demandantes de asilo llegados a su territorio.

Además de a las batallas políticas, Grecia debe seguir haciendo frente a la llegada diaria de botes a las islas más cercanas a Turquía, mientras el mar sigue cobrándose vidas.

Las últimas han sido las de 16 personas, entre ellas siete niños, que perecieron tratando de llegar a la isla de Farmakonisi este miércoles.

De nuevo hoy desembarcaron más de 1.300 migrantes y refugiados en el puerto de Atenas después de que ayer lo hiciesen casi 4.500.

Según cifras del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en los primeros once meses del año Grecia ha recibido el mayor número de refugiados y migrantes que han llegado por mar a Europa, unas 770.000 personas.