Tsipras afirma que la salida griega del euro habría sido “un desastre sin precedentes”

El primer ministro griego en funciones, Alexis Tsipras, afirmó hoy que, si obtiene la mayoría absoluta en las próximas elecciones, podrá colaborar con el partido conservador Griegos Independientes, su hasta ahora socio de Gobierno, pero descartó pactar con el resto de formaciones.

“Si tenemos mayoría absoluta, intentaremos cooperar con otros partidos. La cooperación con (los conservadores Griegos Independientes) ANEL fue fructífera”, dijo Tsipras en una entrevista a la cadena Alpha TV.

Sin embargo, descartó pactar con las formaciones políticas que tradicionalmente han gobernado Grecia -los conservadores de Nueva Democracia y los socialdemócratas de Pasok- y con los liberales de To Potami.

“Lo que no voy a hacer es meter por la ventana a los que el pueblo echó por la puerta. Tampoco voy a ser primer ministro en un Gobierno con Vangelis Meimarakis y Stavros Theodorakis”, indicó en alusión a los líderes conservador y liberal, respectivamente.

El primer ministro en funciones aseguró que hizo lo que pudo para lograr el acuerdo sobre el rescate y que ahora es el momento de que los ciudadanos decidan en las urnas si aprueban su gestión.

“Durante siete meses tenía un mandato para negociar firme. Hice lo que pude, la negociación llegó hasta el límite y hubo un compromiso y un acuerdo. No tenía derecho a seguir gobernando, debía poner mi actuación a juicio del pueblo”, opinó.

Recalcó que su Gobierno optó por el acuerdo, ya que la alternativa que ofrecían los socios europeos era la salida del euro.

Tsipras consideró que “la decisión de salir del euro hubiese sido un desastre sin precedentes” y añadió que en el referéndum del 5 de julio no se dirimía esta posibilidad.

“En ningún momento pedí al pueblo que votase 'no' para sacar al país del euro. Conseguimos un acuerdo mejor que la propuesta rechazada (en el referéndum), pero no lo que quisiéramos”, señalo.

Reiteró que durante las conversaciones con los socios de la eurozona optó por “asumir la responsabilidad del acuerdo”, ya que, de haber abandonado la mesa de negociación, “debería haber hecho frente a la quiebra de los bancos, a la quiebra generalizada y quizás a una guerra civil”.

Según Tsipras, “la vuelta al dracma no ha sido nunca una opción para mí o para Syriza. Sé bien que el dracma no es una acción revolucionaria o de izquierda”.

El líder izquierdista explicó que tardó unos días en dimitir después de cerrar el acuerdo porque esperó a que fuese ratificado por el Parlamento griego y las cámaras legislativas de la eurozona, como la alemana.

Después de ello, el mismo día en que el país recibió el primer desembolso del rescate, el 20 de agosto, anunció su renuncia y propuso la convocatoria de elecciones anticipadas.

Defendió que el rescate asegura la financiación del país durante los próximos tres años con hasta 86.000 millones de euros y se comprometió a que un Gobierno de Syriza aplicará el plan “buscando medidas que hagan menos difícil la vida de los que las padezcan”.

A su juicio, “el memorando es muy duro en lo que se refiere a las reformas estructurales, pero no en medidas financieras”.

“Toda Europa sabe que este acuerdo fue impuesto a Grecia. Aplicaremos el acuerdo porque lo firmamos, pero no fue nuestra opción como lo fue para mis predecesores”, matizó.

Tras su dimisión, se inició el proceso para que el segundo y el tercer partido tratasen de formar Gobierno, un plazo que expira mañana, por lo que previsiblemente las elecciones se convocarán para el 20 de septiembre.