Turquía dice a la UE que no ha llegado el momento de parar la negociación de adhesión

Turquía dejó hoy claro a la Unión Europea (UE) que no es momento de parar las negociaciones para su adhesión sino de intensificar el diálogo, mientras insistió en su importancia estratégica para hacer frente al extremismo violento y a la oleada migratoria desde Oriente Medio.

“En cada punto en el que nos critican, estamos dispuestos a hablar y trabajar juntos”, dijo el ministro turco para la UE, Ömer Celik, en una rueda de prensa al término de una reunión informal de los ministros de Exteriores comunitarios en Tallin, a la que fueron invitados los países candidatos a entrar en la Unión.

Turquía se defendió así de las insistentes peticiones de Austria para que la UE abandone la negociación de su acceso ante la situación de los derechos humanos en el país, a las que se ha sumado esta semana la canciller alemana, Angela Merkel.

En lugar de ser blanco de las críticas, Celik pidió que su país mantenga más diálogo con la UE: “Vamos a abrir los capítulos 23 y 24 (de las negociaciones de ampliación de la UE con Ankara), para eso están”, solicitó, en referencia a capítulos del protocolo de negociaciones de acceso que hacen referencia a las libertades, la justicia o la seguridad.

Y, en respuesta directa a Berlín, consideró que su postura “daña el prestigio de la UE” al haber llevado al ámbito comunitario un “problema bilateral”, pero pidió a su vez poner fin al “círculo vicioso” en el que ha entrado la “situación incómoda” entre ambos países.

Aunque la decisión de mantener o detener unas negociaciones que se encuentran ya congeladas por decisión de los europeos no figuraba en el orden del día de la reunión, muchos ministros se refirieron a ello.

“Tenemos un verdadero problema actualmente con Turquía. La situación allí es muy difícil”, enfatizó a los periodistas el ministro belga, Didier Reynders, quien subrayó la “imposibilidad de ir más allá” en la adhesión y apuntó que con Ankara sólo se puede avanzar actualmente en temas como terrorismo o inmigración.

En cambio, Celik insistió en que su país tiene “mucho más que ofrecer”, además de su labor en esos dos ámbitos.

“Si no fuera por Turquía, la UE no podría lidiar con la migración, el terrorismo o la seguridad en Europa”, señaló.

La ministra sueca, Margot Wallström, reconoció que “somos muy críticos” porque hay varios ciudadanos suecos detenidos por orden de las autoridades turcas, uno de ellos en España.

Algo más condescendiente fue el titular británico, Boris Johnson, quien pidió “reconocer que los turcos están atravesando momentos muy difíciles”.

“Estamos todos preocupados por asegurarnos de que Turquía se mueva en la dirección adecuada”, reconoció en cualquier caso, y destacó las preocupaciones de “todos los países europeos” por el trato a los derechos humanos o a la prensa.

“Pero siempre he sido de la opinión de que no deberíamos apartar a Turquía. Es un gran país, estratégicamente importante para todos nosotros”, concluyó.

Por su parte, su homólogo irlandés, Simon Coveney, señaló la “importancia de que la UE siga cerca de Turquía y que mantenga abierto el diálogo y la perspectiva del futuro de la adhesión”, sin pasar por alto la situación de los derechos humanos en el país desde el intento de golpe de Estado de julio de 2016.

El titular húngaro, Péter Szijjártó, defendió una “asociación estratégica” con Turquía así como el acuerdo migratorio UE-Turquía, y recalcó la “extrema importancia de mantener esta relación predecible” entre las dos partes “basada en el respeto mutuo”.

Durante la sesión, los ministros de la UE y de los países candidatos abordaron juntos cómo combatir el extremismo violento y el radicalismo.

“Es particularmente importante abordar este asunto con los países candidatos porque son parte de la región que, junto a nosotros, se ve más afectada por este fenómeno”, comentó la alta representante de la UE para la Política Exterior, Federica Mogherini, en una rueda de prensa al término del encuentro.

En concreto, explicó que intercambiaron ideas sobre acciones que pueden llevar a cabo, desde un plano más técnico o legislativo a un área más relacionada con la integración o las oportunidades socio-económicas.