UPyD ofrecerá un “cambio radical en positivo” frente al “voto de la ira”

La portavoz de UPyD, Rosa Díez, ha explicado hoy que su partido trabajará para ofrecer en las próximas elecciones un “cambio profundo, radical y revolucionario”, con mensajes “en positivo”, frente al “voto de la ira” que representa Podemos.

Díez se ha referido de esta forma a la encuesta de Sigma Dos para El Mundo, que da la victoria electoral a Podemos con un 28,3 por ciento de los votos, en declaraciones en la sede de su partido, donde ha firmado un convenio con Transparencia Internacional,

Ha argumentado que, aunque el “voto de la ira” y el “voto en contra” están en la vida, en la política y en la sociedad, y que en determinados momentos tiene un “efecto terapéutico, incluso positivo”, su “tarea es demostrar a los ciudadanos que se puede hacer otra política y de otra manera”.

A su juicio, la encuesta refleja que la situación política está “muy movida”, que hay “muchas aguas turbias y turbulentas que bajan a mucha velocidad” y que existe un “grandísimo nivel de movilidad e inestabilidad política”.

Por eso ha incidido en que UPyD va a trabajar para que esa inestabilidad política “se concrete en estabilidad” y para que cuando los ciudadanos vayan a la urna “voten a favor y no en contra, a favor de ellos mismos y de partidos que representen, por su programa y su forma de hacer las cosas, lo más cercano a lo que ellos desean”.

“Nosotros vamos a lanzar un mensaje positivo, de cambio profundo, radical, revolucionario, de abajo a arriba, con respeto a las instituciones, las reglas el juego y el orden democrático, pero absolutamente radical”, ha subrayado, convencida de que España necesita “mucha democracia, mucha regeneración, cambio, transformación y demostración de que las cosas se pueden hacer de otra manera”.

Sobre la caída de UPyD en la encuesta, ha defendido que los “votos no se pierden hasta que va uno a la urna” y que los votos son de los ciudadanos que libremente deciden lo que votan.

A ese respecto, ha señalado que procurará que les voten “5 o 6 millones de personas” y ha hecho hincapié en que cada elección es un “trabajo nuevo” y en que, por tanto, no se trata de recuperar el voto perdido, porque no los han “comprado”.