La Unión Europea destaca sus proyectos en Chile y realiza un balance positivo del año

La Delegación de la Unión Europea (UE) en Chile, junto a los embajadores de los Estados miembros, realizaron hoy un “positivo” balance de los proyectos que apoyaron este año e hicieron un recuento del conjunto de sus acciones en 2015.

Durante el periodo, la Unión Europea ha apoyado de manera continua el proceso de reformas que ha impulsado el Gobierno de Michelle Bachelet a lo largo de su mandato.

“Hemos querido poner al servicio de Chile las experiencias europeas, como los modelos de educación finlandés y alemán que han despertado interés mundial”, indicó en una rueda de prensa el embajador de la UE en Chile, Rafael Dochao.

Asimismo se han financiado diversos proyectos enmarcados en el ámbito de medioambiente y fuentes de energía “verde”.

El embajador hizo hincapié en el “compromiso de trabajo por la modernización y desarrollo” que el país austral y la UE sostienen como parte del Acuerdo de Asociación firmado en 2002, “en beneficio de Chile”.

A través de este convenio se ha propiciado un gran aumento de los intercambios comerciales bilaterales durante la última década, donde la Unión Europea es el segundo socio comercial de Chile, por detrás de China.

En el período 2003-2014, el comercio bilateral entre Chile y la Unión Europea creció a un ritmo promedio anual del 9,0 % y en los primeros nueve meses de 2015, el intercambio totalizó 13.390 millones de dólares.

Dochao, en una rueda de prensa, destacó la eventual participación de Chile en misiones de paz y manejo de crisis internacional, acuerdo que se ratificó en octubre de este año y abre por primera vez la puerta para que civiles chilenos participen en dichas operaciones en el mundo.

Actualmente, la UE tiene una serie de proyectos implementados en Chile a través de financiación europea, relacionados especialmente con los derechos humanos y el fortalecimiento de la participación pública de la sociedad civil.

“Los derechos humanos son el hilo conductor de la política exterior entre la UE y Chile”, destacó Dochao.

En la misma línea, agregó que “hemos realizado en conjunto con ONU mujeres y el Instituto Nacional de Derechos Humanos distintas iniciativas para promover la igualdad de género y fortalecer el rol de la sociedad civil”.

Según detalló, existen hasta hoy alrededor de 15 proyectos de dicha naturaleza.

“Las mayores quejas que ha recibido la UE son en materia de participación de la sociedad civil, donde las organizaciones llegan donde el Gobierno no está para escuchar las voces de la gente”.

Agregó que también existen problemas de financiación para estas entidades, las que buscan llegar a la gente “más allá de los partidos políticos”.

Dentro de la maleta de iniciativas que promueve la UE, lidera la equidad de género, temas de memoria y justicia, migración, derechos de pueblos indígenas y como “caballo de batalla” las políticas en favor de las personas LGBTI.

“Es necesario favorecer el trabajo del Servicio Nacional de la Mujer en este país, donde se trabaja con gran altura de miras, pero aún existen deficiencias”, dijo a Efe el embajador.

Un ejemplo de la colaboración que ha prestado la UE en el país austral, es la ley chilena antidiscriminación, o ley Zamudio, promulgada en 2012, que establece medidas contra la discriminación arbitraria y penas de cárcel para quienes cometan delitos de odio hacia las minorías.

“Chile tiene mucho por hacer todavía en derechos humanos, está en deuda con la población carcelaria, derechos de pueblos indígenas, entre otras cosas, por eso el próximo año haremos una nueva lectura de los proyectos”, apuntó Dochao.

Según el embajador, las estrategias del 2016 continuarán en la misma línea que las emprendidas durante este año.