Uruguay abre un museo que busca hacer de la violencia machista algo del pasado

Regalos con la palabra “perdón”, planchas de juguete para ellas y 'soldaditos' para ellos o recortes de anuncios que piden chicas con “excelente presencia” son algunos de los objetos que integran un museo inaugurado hoy en Montevideo y que anhela mostrar la violencia machista como algo “del pasado”.

Se trata de 14 objetos acompañados de una descripción que explica a qué forma de violencia está asociado, como modo de sensibilizar a través de elementos de la vida cotidiana que esconden tintes de violencia hacia la mujer.

Una tarjeta de crédito cortada por la mitad como ejemplo de “violencia patrimonial”, una muñeca rubia y delgada en repudio de la “cosificación” de las mujeres, una pantalla de teléfono móvil en la que se ven los reproches de alguien a la propietaria del mismo por “estar conectada” y no contestar son otros de los ejemplos.

“Teóricamente puede no serlo (un museo) pero sí tiene el centro de lo que el museo encierra: la memoria, una cultura, como en los museos de la guerra, una cultura que debemos desterrar. Historias que no deben repetirse más. Este museo es una necesidad social”, explicó la ministra uruguaya de Cultura, María Julia Muñoz.

A su juicio, la muestra da para pensar todo lo que se debe cambiar y lo que cada uno puede “ayudar” a vecinos, amigos o estudiantes a tener “una mirada diferente sobre las políticas de género y la violencia de género”.

Bajo la consigna “Hay cosas del presente que deberíamos tener en un museo” y con la sede del Ministerio de Educación y Cultura como escenario, esta iniciativa del Consejo de Nacional de Género recorrerá distintos puntos del país como forma de promover el “pensamiento crítico y el análisis social y cultural del presente”.

Para Mariela Mazzotti, directora del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio de Desarrollo Social (Inmujeres), la muestra, de entrada gratuita, provoca reflexión, discusión y debate con cosas que deberían ser ya “cosas del pasado” pero que todavía se dan en el presente.

Entre los ejemplos que se encuentran en este inusual museo está además el currículum de una joven en el que informa que está casada y tiene un hijo, palabras sobre las cuales, con rotulador (resaltador) rojo se advierte, presumiblemente por directivos de la empresa a la que se dirige, un: “¡ojo! posible embarazo”.

Un total de 23 mujeres fueron asesinadas en Uruguay por violencia doméstica entre el 1 de noviembre de 2014 y el 31 de octubre de 2015, según el Observatorio Nacional sobre Violencia y Criminalidad presentado ayer por el Ministerio del Interior.

De ese número, el 83 % no había denunciado previamente a su agresor y 20 fueron asesinadas por su expareja.

No obstante, el pasado miércoles, durante la presentación de un plan de acción para la lucha contra este flagelo en el país suramericano, la Fiscalía y Procuraduría General de Uruguay anunció que se encuentra discutiendo la creación en el código penal uruguayo de un agravante especial del delito de homicidio para tipificar el feminicidio.

En este sentido, Muñoz defendió hoy en declaraciones a la prensa la necesidad de crear esta figura, ya que en su opinión “las penas a veces son muy breves y se piensa que la mujer es un objeto de posesión de un hombre”, por lo que apoyó mayores castigos y establecer la figura del feminicidio.

“Tratar la violencia de género es una necesidad del país, de la humanidad. (...) Es una enfermedad social que mata a mujeres pero que además transmite violencia en esos hogares y en los niños que están allí”, añadió la jerarca, quien valoró que en las escuelas y liceos del país existan planes de educación inclusiva y no sexista para luchar por erradicar este “flagelo”.