Valls urge al Reino Unido a acelerar la recepción de los menores de Calais

El primer ministro francés, Manuel Valls, urgió hoy a Londres a acelerar la transferencia al Reino Unido de los menores del campamento de Calais y aclaró que la mayoría de los adultos evacuados de ese lugar tiene derecho a pedir asilo en Francia.

“Aún resta trabajo, concretamente con el Gobierno británico, para que los menores sin compañía que quieran unirse a sus parientes en el Reino Unido puedan ser transferidos en los plazos más rápidos posibles”, manifestó Valls durante su visita a un centro de acogida temporal en la localidad de Bapaume (norte de Francia).

El pasado 2 de noviembre, un total de 1.616 menores que malvivían en el precario e insalubre campamento de Calais fueron reubicados en más de una treintena de centros de acogida temporal mientras aguardan a cruzar el canal de La Mancha y entrar legalmente en territorio británico para unirse a sus parientes.

Valls recordó que 274 chavales ya han sido enviados al Reino Unido y ahondó que “hace falta acelerar” ese movimiento al tiempo que apeló a que los británicos “asuman sus responsabilidades”.

La situación de los menores de Calais, en su mayoría muchachos de Afganistán, Sudán o Eritrea, ha creado cierta tensión entre París y Londres desde que la ministra británica del Interior, Amber Rudd, alertase de que ningún menor podía quedarse sin cobijo en territorio francés.

Las autoridades francesas respondieron entonces que los niños y adolescentes quieren en su mayoría ir al Reino Unido y destacaron que están al abrigo de dos leyes.

Se trata de una internacional, la Dublín III (norma europea que promueve el reagrupamiento familiar), y otra nacional, aprobada por el Parlamento británico en abril de 2016 cuando introdujo la enmienda Dubs, que prevé el traslado de niños refugiados no acompañados desde otros países europeos al Reino Unido.

El primer ministro socialista se refirió además a la condición legal de los adultos que estaban en Calais -se estima que al menos 6.000- y aclaró que la mayoría son inmigrantes con derecho a pedir asilo como refugiados en Francia por proceder de países en los que son perseguidos.

“El 70%, 80%, 90% de estas personas tenían el derecho de asilo. No se trata de inmigración económica, se trata de refugiados que huyen de la guerra y de la tortura”, observó Valls en Croisilles, otra localidad del norte de Francia a la que también se desplazó hoy.