Vara y Podemos consuman su acercamiento con la aprobación de los presupuestos

No ha habido sorpresas de última hora. El Gobierno extremeño del socialista Guillermo Fernández Vara ha sacado adelante sus presupuestos para 2018, gracias a la abstención de Podemos, con el que escenifica así un nuevo espacio de entendimiento tras dos años de reproches y cuentas aprobadas con el apoyo del PP.

¿Qué ha cambiado en este tiempo para que las dos fuerzas de izquierdas hayan acercado posturas?. Según Podemos, la voluntad de la Junta de acordar unos presupuestos, que ascienden a casi 5.434 millones, un 5,1 % más, de “progreso” y “sin recortes”.

No obstante, la formación morada, que ha firmado un acuerdo político con la Junta, advierte de que estará vigilante para que se cumplan las medidas comprometidas, fundamentalmente referidas a políticas sociales, con el blindaje y aumento de las partidas de renta básica, mínimos vitales y empleo social.

Y es que precisamente la baja ejecución presupuestaria ha sido una de las principales críticas al Gobierno de Fernández Vara por parte del que hasta ahora había sido su socio preferente en la negociación de las cuentas, el PP liderado por José Antonio Monago.

En cualquier caso, el acercamiento entre las dos fuerzas de izquierda con representación en la Asamblea no es nuevo.

Ya después de las elecciones, de las que el PSOE salió victorioso pero sin mayoría, Vara trató de propiciar un acuerdo con Podemos que facilitase la investidura y estabilidad política, para lo que mantuvo una serie de reuniones, entre ellas la que tuvo lugar en la llamada “Corrala Dignidad”, viviendas ocupadas del banco malo.

Sin embargo, antes de que Podemos votase a favor de que Vara fuese investido presidente, éste ya se había asegurado la Presidencia de la Junta cuando el PP anunció que se abstendría para dejar gobernar a la lista más votada, la del PSOE.

Con el paso de los meses, se fue cristalizando el desencuentro entre los socialistas y la formación capitaneada por Álvaro Jaén, quien acusó en reiteradas ocasiones a la Junta de vetar sus numerosas propuestas de ley.

El distanciamiento se hizo más patente cuando la oposición tumbó el primer proyecto de ley de presupuestos del nuevo Ejecutivo, el de 2016, tras prosperar la enmienda de totalidad presentada por Podemos, con el respaldo de PP y Cs.

A partir de ese momento, la Junta, consciente de que el PSOE no tiene mayoría absoluta (cuenta con 30 diputados de los 65 escaños de la Asamblea), profundizó en las negociaciones con la oposición para finalmente encontrar un aliado en el PP, del que asumió sus propuestas.

El presupuesto no se aprobó hasta cuatro meses más tarde, en abril de 2016, gracias a la abstención de los 28 diputados populares y de la única parlamentaria de Cs, mientras que los seis diputados de Podemos votaron en contra.

La sintonía entre los eternos adversarios políticos se mantuvo al año siguiente y el Ejecutivo socialista de Vara se aseguró la aprobación de las cuentas de 2017 con el apoyo de los populares, que se abstuvieron nuevamente, al igual que Cs, y el rechazo de los diputados de Podemos.

En ambos presupuestos, el partido de Álvaro Jaén registró sendas enmiendas de totalidad y decidió no presentar enmiendas parciales alegando que éstas “carecían de garantía de cumplimiento”.

El secretario regional de dicha formación llegó a denunciar incluso el “secuestro institucional” que había con una Asamblea “vaciada de contenido” y sin poder fiscalizar la acción de gobierno.

Pero en los últimos meses el panorama político regional ha experimentado una vuelta de tuerca, con el acercamiento de PSOE y Podemos para acordar sus primeros presupuestos, con el consiguiente enfado de los populares, materializado con una enmienda de totalidad y su voto en contra a los presupuestos.

Así, en dos años y medio se ha pasado “del pacto de la Corrala” y la “podemización” de Vara, como reprochaba Monago, a la “gran coalición PSOE-PP”, que tanto ha criticado Jaén y que en los últimos meses ha dado paso a un clima de diálogo entre las dos fuerzas de izquierdas.

Habrá que esperar al próximo año para ver quién es la pareja de baile con la que Vara afronta los últimos compases de la legislatura antes de las elecciones autonómicas de 2019.