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Varios soldados israelíes denuncian abusos y fuego indiscriminado en la guerra de Gaza

Varios soldados israelíes denuncian abusos y fuego indiscriminado en la guerra de Gaza

EFE

Jerusalén —

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Unos 60 soldados que participaron en la última operación militar israelí en Gaza, Margen Protector, narran en 111 relatos cómo el Ejército contravino sus propias reglas de combate en una guerra que causó la muerte de más de 2.100 palestinos y 70 israelíes y una devastación sin precedentes.

“Los testimonios cierran las brechas abismales entre lo que el Ejército israelí y los portavoces gubernamentales dijeron al público sobre los escenarios de combate y la realidad descrita por los soldados que tomaron parte en la operación”, sostiene el informe titulado “Así es como luchamos en Gaza”, redactado por la ONG Breaking the Silence.

Los relatos de los combatientes tratan sobre la atmósfera general durante el conflicto, los ataques indiscriminados contra civiles, el alto grado de destrucción deliberada en la Franja o la aplicación devastadora de la “Directiva Aníbal” para evitar el secuestro de soldados.

“Se supone que no hay civiles aquí. Si ves a alguien, dispara”, cuenta un sargento primero en una de las más de cien historias recopiladas.

“Si (la persona) representaba una amenaza o no, no era la cuestión. Y tiene sentido para mi: si disparas a alguien en Gaza está bien, no es gran cosa. Primero porque es Gaza, segundo porque eso es la guerra. Nos dijeron: 'No tengáis miedo a disparar'”, explica este combatiente anónimo.

Las descripciones de comportamientos presuntamente ilegales por parte de las tropas no son lo más preocupante, señala el documento de Breaking the Silence, una ONG israelí que alienta a los militares israelíes a que desvelen las violaciones de los derechos humanos en los territorios ocupados.

Lo más grave para esta ONG fue el que se aplicaran “políticas sistemáticas” dictadas por todos los rangos de las Fuerzas Armadas israelíes y en todas las zonas de combate.

La principal, a su juicio, fue la “del mínimo riesgo para nuestras fuerzas aún a costa de herir a civiles inocentes”, destacan los investigadores encargados de recopilar el más de centenar de relatos que, según apunta Breaking the Silence, han sido cuidadosamente analizados para garantizar su veracidad.

Además, denuncian las motivaciones racistas que en ocasiones guiaban las órdenes de los responsables, el uso de armas de poca precisión durante ataques masivos, la presunción de que los civiles habían abandonado los vecindarios tras las advertencias de las tropas o el seguimiento de unas reglas de combate confusas e indulgentes que pasaba por considerar como enemigo a cualquiera que estuviera en el terreno, fuese civil o miliciano.

Aunque sobre el papel las órdenes militares israelíes sólo permiten abrir fuego una vez identificada una arma, muchos de los testimonios de estos soldados apuntan a que se les instó a disparar contra cualquier amenaza, inminente o figurada, así como contra “puntos sospechosos”, una nomenclatura sin definir que dejaba en manos de los soldados su interpretación.

El documento concluye que, de acuerdo a los testimonios, la doctrina del Ejército israelí durante esta operación, entre julio y agosto de 2014, “eleva cuestiones sobre las normas morales que guían su conducta en general y durante la operación en Gaza en particular”.

“La operación (...) arroja serias dudas sobre la ética del Ejército”, valora.

La institución militar, por su parte, respondió al informe con un comunicado en el que expresa su compromiso con la apertura de investigaciones sobre “reclamaciones creíbles” provenientes de medios y organizaciones no gubernamentales.

Sin embargo, dudó de las intenciones de Breaking the Silence al mantener que esta ONG rechazó compartir las evidencias recopiladas durante meses, “lo que habría permitido una respuesta adecuada y una investigación si fuera necesario”.

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