Varios periodistas coinciden en la dificultad de organizar más debates electorales

Los periodistas Manuel Campo Vidal y Marisa Ciriza, que han participado hoy en el ciclo de conferencias “Periodistas y periodismo”, han coincidido en señalar las dificultades que tiene organizar un debate electoral televisado, en el que se negocia desde el tiempo de réplica hasta la selección de planos.

Las conferencias han sido organizadas por la Agencia EFE, la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) e IPECC (Cultura, Comunicación y Audiovisuales) y se celebran hasta julio en la Casa del Lector del Matadero de Madrid en colaboración con la Fundación Germán Sánchez Ruipérez.

La vicepresidenta primera de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), Marisa Ciriza, y el presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España, Manuel Campo Vidal, han participado en el coloquio y han explicado que en la historia de la democracia española se han llevado a cabo solo cinco entre candidatos a la presidencia.

Ciriza se ha referido a las “exigentes negociaciones” que se llevan a cabo con los asesores de campaña y jefes de prensa de los candidatos sobre todos los detalles de la puesta en escena (desde los tiempos de réplica a la selección de planos) que, según ha considerado, podrían afectar “al ejercicio profesional” de moderadores y realizadores.

La periodista ha recordado que desde 1993, tras el debate en Antena 3 entre Felipe González y José María Aznar -que alcanzó un índice de audiencia del 60 por ciento, ha indicado-, “hubo que esperar 15 años” para un nuevo encuentro.

Fue en 2008 entre Mariano Rajoy y José Luis Rodriguez Zapatero, ha proseguido, y ha dicho que demuestra la “escasa tradición” que existe en España en materia de debates televisados.

La vicepresidenta de la APM ha apuntado que los “cara a cara” inciden en detalles como el decorado, planos o puesta en escena del candidato en detrimento de aspectos relacionados con la preparación profesional que debe tener el político para convencer al público en asuntos de la economía o la sanidad.

Campo, quien ha intervenido después de Ciriza, ha comentado que los candidatos solo aceptan los debates frente a las elecciones presidenciales cuando “las circunstancias convengan” y ha afirmado que lo hacen “si se establece una cadena de confianza” en la que “si falta un eslabón” rehúsan participar.

“Si el equipo -asesores de campaña y jefes de comunicación- no está seguro de que su candidato puede crecer en el debate no lo hace”, ha añadido Campo Vidal, quien ha mantenido que debe existir “confianza” con la entidad u organización que lo realiza, porque cualquier factor puede “gastar una mala pasada”.

El presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión, que ha moderado tres debates, ha explicado que “un plano a destiempo” o “una tos inoportuna” puede “hacer mucho daño” a la imagen del político.

Sobre la posibilidad de que los “cara a cara” se realicen en una televisión pública ha asegurado que “sería complicado” debido a que, entre otros factores, los estatutos de los entes públicos prevén espacios para que concurran los candidatos del resto de los grupos políticos.