Víctimas de ETA y los GAL apuestan por un futuro sin odio pero sin olvido

Víctimas de ETA, los Comandos Anticapitalistas y los GAL han aportado hoy una mirada de confianza hacia un futuro sin odio en el País Vasco, pero sin olvidar los crímenes cometidos ni las responsabilidades que conllevan.

Iñaki García Arrizabalaga, hijo de Juan Manuel García Cordero, delegado de Telefónica de Gipuzkoa asesinado por los Comandos Autónomos Anticapitalistas; José Miguel Gómez Elosegi, hermano de Francisco Javier Gómez Elosegi, psicólogo de la cárcel de Martutene muerto a manos de ETA; y Pili Zabala, hermana de Joxi Zabala, secuestrado y asesinado por los GAL, han compartido hoy sus experiencias y reflexiones en una jornada organizada por la Comisión de Derechos Humanos del Ayuntamientos de San Sebastián.

Los tres han intervenido en el salón de plenos del Ayuntamiento ante un auditorio en el que se encontraban el alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, el candidato de EH Bildu a diputado general de Gipuzkoa, Xabier Olano, ediles de la coalición abertzale, el PNV y el PSE-EE y personalidades como el forense Francisco Etxeberria, entre otras.

El primero en intervenir ha sido García Arrizabalaga, a quien los Comandos Autónomos arrebataron a su padre en 1980.

Tras confesar que su primera reacción fue de odio, ha relatado cómo fue madurando hasta desechar ese sentimiento porque “el odio exige una militancia terrible, hay que militar 24 horas al día”.

Ha reivindicado el derecho de las víctimas de cualquier organización terrorista o de los abusos policiales a conocer la verdad de los hechos, así como a recibir justicia, capítulo en el que ha reprochado a la izquierda abertzale que califique como “obstáculo” para la paz cualquier actuación policial o judicial encaminada a poner a los terroristas a disposición de la justicia.

En este sentido, ha explicado que uno de los asesinos de su padre, cuyos nombres ha citado, vive protegido por el Gobierno de Venezuela sin haber hecho frente a los delitos que cometió.

Ha reclamado “autocrítica” en todos los sectores, pero especialmente en la izquierda abertzale.

“A la izquierda abertzale le cuesta mucho decir 'nos equivocamos al aplaudir, justificar y dar cobertura social al asesinato y pedimos perdón”, ha dicho ante Izagirre y Olano.

Tras él ha tomado la palabra Pili Zabala, quien ha relatado la angustia vivida por su familia durante los 12 años en los que no tuvo ninguna noticia del paradero de su hermano, secuestrado, torturado y asesinado junto a José Ignacio Lasa por guardias civiles bajo las órdenes del general Enrique Rodríguez Galindo, como estableció una sentencia judicial.

Ha lamentado el “vacío moral” que sintió durante aquellos años, en los que sus allegados fueron abandonados por las instituciones, al tiempo que, como ha hecho García Arrizagalaga, ha reivindicado “el derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación”.

Pili Zabala ha criticado asimismo, que tras ser condenados los culpables del secuestro y asesinato de su hermano, los responsables fueron puestos en libertad a los pocos años por diferentes motivos.

Por último, José Miguel Gómez Elosegi, cuyo hermano fue asesinado por ETA en 1997, ha recordado que la víctima, psicólogo en la cárcel de Martutene, era un “firme partidario del acercamiento de presos de ETA”.

Ha rememorado la “rabia” que sintió cuando la organización terrorista le asesinó, así como el “impacto” que el atentado tuvo en su familia, tras lo que ha explicado que su padre murió sólo un año después, mientras que su madre, ya anciana “todavía hoy se sigue preguntando qué le pasó a Francisco, por qué le pasó a Francisco”.

Gómez Elosegi ha lanzado un mensaje de conciliación, porque “aquí nadie sobra excepto ETA”, aunque el futuro no se puede construir a través del olvido.

“Conciliación, pero no olvido, no hay que pasar página, hay que leer la página y muchos, algunos más que otros, tendrán que dar explicaciones, hacer una revisión autocrítica de esa historia”, ha indicado.