Winograd lleva a Huelva una cinta que abre el género de cine de robos en Argentina

El director de cine argentino Ariel Winograd ha presentado hoy en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva su cinta “Vino para robar”, una película que abre un género hasta ahora inédito en su país, como es el que retrata todo el proceso para que los protagonistas roben un banco.

En conferencia de prensa, Winograd se ha congratulado de la aceptación que está teniendo su trabajo desde que se estrenó en agosto pasado, sobre todo porque “era un desafío hacer una comedia y además una película de género, como es el de robo de bancos, algo que yo personalmente no conocía muy bien, y hubo que estudiarlo un poco para sacar adelante la película”.

Ha señalado que tuvo muchas inspiraciones distintas para poder desarrollar su proyecto, pero sobre todo el conocido como Robo del Siglo, cometido en el Banco Río de Acassuso en el 2006, aunque no pudo cumplir con su primera intención, que era localizar y tener como asesora al cerebro de ese robo, el uruguayo Mario Vitette.

Sin embargo, sí pudieron contar con asesores en temas de robos de bancos, y ha contado como anécdota que “había reuniones en las que estábamos rodeados de planos de banco, como si fuésemos a robar de verdad”.

La película ha contado con Daniel Hendler, Valeria Vertuccelli, Martín Piroyansky, Pablo Rago y Juan Leyrado en sus principales papeles, con el fin de contar la historia de Sebastián y Natalia, dos ladrones profesionales que se conocieron mientras intentaban, cada uno por su cuenta, robar una importante pieza de arte de un museo, y tienen que trabajar juntos en contra de su voluntad, para llevar adelante un robo mucho más complejo.

Una cinta que solo en sus primeros cuatro días tuvo a 60.000 personas en las salas argentinas, y ya es allí la sexta película más vista del año, ha destacado su director, que contó con distintos escenarios para sacarla adelante, con especial énfasis en lugares “distintos” de la ciudad de Mendoza.

“Uno de los primeros desafíos era que no fuese solo publicidad de la ciudad, y estuvo bien, porque filmamos en lugares que nunca se habían filmado, y Mendoza nos brindó lugares que como director hizo que fuese más fácil”, ha señalado.

Ha concebido su película “como un homenaje al cine americano de los 50 y 60, donde los personajes están impecablemente vestidos”, con especial atención a la actriz Valeria Vertuccelli: “Nos inspiramos en Audrey Hepburn para hacer una 'femme fatalle', una típica mujer pícara”.

Con todo, ha podido estrenar con éxito una película “con muchas inspiraciones, desde 'Rififí' a 'Misión Imposible', porque uno siempre ve películas que busca como referencia, y el desafío era que fuese un poco una parodia, que homenajee a todas estas películas, pero que también tenga su propia personalidad y su propia voz”.

Con todo, ha entendido que uno de los principales méritos de “Vino para robar” es que “no había referencia de cine argentino de ese tipo de películas, de modo que es la primera, y eso es bueno y malo, porque es una lástima que no se hagan tantas películas de este género”.

La cinta ha sido presentada hoy en la sección oficial del 39 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, y es la tercera de un cineasta graduado en la Universidad del Cine, que trabajó como director y productor creativo en televisión.

Fue realizador de videoclip, varios programas de televisión y dirigió dos largometrajes documentales, y en el 2006 escribió y dirigió su primera película de ficción: “Cara de queso”.

En el 2011 dirigió, basada en una idea propia y con un guión de Patricio Vega, la exitosa “Mi primera boda”, que fue la tercera película más vista de su país, y desde el 2006 trabaja en Tresplanos Cine, su propia compañía productora.