Xi reafirma su apoyo a Lam en su primer encuentro con la jefa de Gobierno de Hong Kong

El presidente chino, Xi Jimping, reafirmó su apoyo a la nueva jefa de Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, en el primer encuentro entre ambos líderes tras la victoria de la dirigente en las polémicas elecciones del pasado marzo, informó hoy el diario China Daily.

“Tu victoria en las elecciones es merecida”, dijo Xi a Lam durante su primera reunión, mantenida ayer en Pekín, en la que expresó su apoyo “total” al nuevo Ejecutivo “para gobernar de acuerdo a la ley”.

El encuentro se produce entre fuertes críticas a Pekín por grupos prodemocracia en Hong Kong, que no conceden legitimidad a los comicios por tratarse de un proceso sin sufragio universal ni candidatos independientes.

Xi, que describió a Lam como una persona “diligente, pragmática, y capaz de lidiar con situaciones complejas”, recordó a la dirigente hongkonesa la necesidad de resolver los “desafíos” a los que se enfrenta y la importancia de ceñirse a la política de “un país, dos sistemas”, defendida por Pekín.

Según el presidente chino, dicha política, que desde 1997 da amplia autonomía a Hong Kong aunque bajo soberanía china, ha cosechado “grandes éxitos” en las últimas dos décadas y subrayó que la “determinación” del Gobierno central en su cumplimiento “no cambiará”.

Por su parte, la jefa de Gobierno de Hong Kong se comprometió a seguir apoyando este principio y señaló que había manifestado a Xi su posición respecto al desarrollo constitucional de la isla, la cual es “muy clara”, aunque no reveló la respuesta del presidente al respecto.

Lam, que se perfilaba como la candidata favorita de Pekín, se impuso en los últimos comicios con 777 votos de un comité electoral de 1.200 personas de la elite local y desbancó a su principal oponente, John Tsang, que los sondeos revelaban como el preferido de los ciudadanos.

Su victoria evidenció el fracaso de la llamada “Revolución de los Paraguas” que en 2014 surgió con la intención de cambiar el criticado sistema electoral de Hong Kong, con miles de personas que reclamaban elecciones libres y candidatos no designados a dedo por Pekín.