Zelaya apoya la Constituyente de Maduro y condena la “descarada injerencia” de EE.UU.

El expresidente hondureño Manuel Zelaya expresó hoy su apoyo al gobernante de Venezuela, Nicolás Maduro, y a su convocatoria a una Asamblea Constituyente en el país sudamericano, y condenó una supuesta “injerencia” de Estados Unidos.

“Adelante compañero Nicolás (Maduro) siga empuñando la espada de (Simón) Bolívar que nosotros le acompañamos cargando la misión que nos dejara el general Francisco Morazán”, dijo Zelaya en una comunicado del Partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda).

Aseguró que los simpatizantes de Libre seguirán apoyando a Venezuela “hasta las últimas consecuencias” y que no permitirán que “las mentiras cobardes de los medios trasnacionales distorsionan la verdad a nuestro pueblo”.

La Constituyente fue convocada por Maduro en medio de una crisis que en los últimos cuatro meses se ha cobrado la vida de al menos 108 personas debido a los enfrentamientos con las fuerzas policiales y militares, y la actuación de grupos civiles armados, sobre lo que no dice nada el exgobernante hondureño.

Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009 cuando promovía una consulta popular ilegal, según sus detractores, condenó lo que considera una “descarada injerencia de Estados Unidos” al revelar “sus terribles intenciones de rendir al heroico pueblo venezolano”.

También condenó “enérgicamente la labor de traición y cobardía” del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, así como a los gobiernos “marionetas” que se prestan para “rasgarse las vestiduras por una democracia que no son capaces de dar a sus pueblos”.

El expresidente recordó que los hondureños fueron víctimas de “la barbarie y la bestialidad de la derecha continental” por convocar en 2009 durante su mandato una consulta popular para preguntar al pueblo sobre una Asamblea Nacional Constituyente.

Los venezolanos están convocados el 30 de julio a las urnas para elegir una Asamblea Nacional Constituyente que redactará una nueva Constitución y que tendrá facultades para reordenar el Estado sin que nadie pueda oponerse, lo que es en este momento el principal motivo de protesta de los opositores.