El pueblo de Zestoa homenajea a Ceferino Peña, asesinado por ETA “por error”

El barrio de Arroa Behea, perteneciente al municipio guipuzcoano de Zestoa, ha “saldado” hoy con un homenaje la “deuda pendiente” que tenía con Ceferino Peña, uno de sus vecinos, que ETA asesinó hace 36 años “por error”, según ha reconocido la banda terrorista en un comunicado.

Ceferino Peña fue tiroteado por tres miembros de ETA el 16 de mayo de 1980, y varios días después la banda terrorista emitió una nota en la que reconocía que se había equivocado de objetivo.

Durante estos años asociaciones del gremio de la automoción, ya que Peña era propietario de un taller de carrocería, y allegados han llevado a cabo actos de recuerdo, pero no se había organizado un homenaje en el que “todo el pueblo pudiera recordarlo”, ha indicado el alcalde de Zestoa, Josetxo Mendizabal (PNV).

“Nos dimos cuenta que teníamos una deuda y hemos querido saldarla con este acto”, ha explicado Mendizabal ante el público que se ha congregado en la plaza, entre los que figuraban la exdirectora de la Oficina de Víctimas del Gobierno Vasco Maixabel Lasa, el periodista Gorka Landaburu y representantes de la corporación municipal de Zestoa, incluidos dos concejales de EH Bildu.

La hija de Peña ha sido la encargada de descubrir un pequeño monolito que recuerda a su padre en el denominado “rincón de la memoria” de Arroa Behea y que se ha instalado junto a un escultura similar que se colocó en honor a José María Korta, asesinado en 2001 por ETA, que era también originario de este barrio y amigo de Ceferino Peña.

Una foto en la que aparecen juntas ambas víctimas de ETA ha presidido ese espacio, donde amigos, asociaciones y vecinos han depositado flores en su memoria.

El “rincón” cuenta también con una escultura en honor a los presos republicanos que estuvieron en un “batallón de trabajadores”, que se ubicó en una casa cercana tras la Guerra Civil.

Cristina Peña ha redactado un texto que ha leído Estíbaliz Korta, sobrina de Jose María Korta, que ha acudido al homenaje al igual que los tres hijos del expresidente de la patronal guipuzcoana Adegi asesinado hace 15 años.

Cristina Peña ha trasladado un mensaje de esperanza y ha señalado que “sin odio, sintiendo el dolor de todos, poniéndose en el lugar del otro, se aprecia que el camino” hacia la paz “está cada día más abierto” al tiempo que ha instado a trabajar para “iluminar” ese camino de forma que “lo que ha sucedido no vuelva a ocurrir porque nadie se lo merece, ni se lo mereció”.

En un discurso que ha tenido que interrumpir en algún momento a causa de la emoción, el alcalde de Zestoa se ha dirigido a las generaciones venideras, a las que ha recordado que deben “tener presente a dónde conducen la sinrazón, la intolerancia, el deterioro de la convivencia y la falta de respeto a otras ideas”.

A la pregunta de “por qué” estas muertes, “los vecinos conocían bien” a Peña y a Korta “para no entender nada” y “darse cuenta de que esa pregunta no tiene respuesta”, ha afirmado.

“Se ha hablado de la socialización del sufrimiento, pero ¿han tenido que caer tantos para llegar al punto donde nos encontramos?”, ha preguntado el alcalde, que ha advertido también de que “se están construyendo puentes” en favor de la convivencia pero que “son débiles y pueden caerse”.