Zoido condecora a la jueza Le Vert, la incansable heroína en lucha contra ETA

El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha condecorado hoy con las medallas de la Guardia Civil y de la Policía a la exmagistrada francesa Laurence Le Vert, la “incansable heroína” en la lucha contra ETA y uno de los mejores aliados de las fuerzas de seguridad para acabar con la banda.

Le Vert ha sido condecorada con las medallas al mérito de los dos cuerpos en un acto al que ha asistido la nueva cúpula Interior, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, y el embajador francés en España, Ives Saint-Geours.

Zoido ha señalado que con estas condecoraciones se salda una deuda de gratitud permanente hacia Le Vert y el trabajo que durante casi treinta años ha desarrollado la magistrada, una “ardiente defensora de la paz”.

Desde que en 1986, cuando fueron asesinadas por ETA 43 personas, se inicia con Le Vert la senda de la cooperación hispano-francesa en la lucha contra la banda terrorista, comienza también el declive del activismo de la organización.

“Su compromiso de tenacidad y condena a prisión de muchos arrestados en Francia ha impedido muchas muertes en España, ha resaltado Zoido antes de subrayar que esto la convirtió en el enemigo a abatir por la banda.

Acompañada de sus familiares más directos, entre ellos su nietos, la jueza Le Vert ha dedicado las condecoraciones a todas las víctimas del terrorismo, especialmente a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil que han sido asesinados por ETA.

Según ella, la cooperación francesa en la lucha contra el terrorismo ha sido un modelo para Europa, porque por primera vez se pusieron en marcha modelos de colaboración hasta entonces inexistentes, como equipos conjuntos de investigación formados por agentes españoles y galos.

A uno de los guardias civiles que ha luchado durante años contra la banda, el coronel Manuel Sánchez Corbí, ha nombrado le Vert en varias ocasiones durante su discurso, porque fue él quien, según ha reiterado, le enseñó qué era ETA.

Orgullosa por sus treinta años de trabajo por la paz y la libertad, Le Vert ha reconocido el coste personal “elevado” que le ha supuesto esta labor, aunque no tanto como el que han pagado las víctimas inocentes de ETA y sus familias.

En especial, ha tenido un recuerdo para los guardias civiles Fernando Trapero y Raúl Centeno, asesinados en Capbreton y cuya causa instruyó.