El acusado de matar a la pareja de su madre en Cangas asume los hechos

Pontevedra, 19 nov (EFE). El acusado de matar al compañero sentimental de su madre en la casa de esta en 2011 ha asumido hoy los hechos que se le imputan, durante el juicio que se celebra contra él en la Audiencia Provincial de Pontevedra.

El acusado, F.A.M., se negó a declarar, pero asintió con la cabeza cuando se le preguntó si reconocía los hechos.

El juicio trata de determinar hasta qué punto era el acusado responsable, pues está afectado por una enfermedad mental, un transtorno de la personalidad que, según la fiscalía, debería computar como una eximente completa y evitar su ingreso en prisión, que se sustituiría por una estancia de hasta 13 años en un centro de internamiento adecuado a su condición.

El propio fiscal señaló al jurado, no obstante, antes de que empezasen los testimonios, que probablemente modificaría su petición para incluir el asesinato en lugar del homicidio voluntario.

La acusación particular pidió 20 años de internamiento y 125.000 euros de indemnización para los tres hijos de la víctima.

Los testimonios trataron de aclarar las circunstancias del suceso, que se produjo pasadas las 16.00 del 8 de enero de 2011 en la cocina del domicilio, mientras tomaban café.

Allí estaban tanto el tío del acusado como su compañera, que señaló que a raíz de un accidente de moto el acusado había cambiado, que estaba raro, discutía con las paredes y estaba obsesionado con Pinocho y Robocop, pero que aquel día no había sucedido nada especial y que el ataque se produjo sin ningún tipo de provocación.

El tío añadió, en ese sentido, que el acusado y su víctima tenían buena relación.

Tras ellos declararon varios agentes de Guardia Civil -el fallecido era un agente retirado- que hablaron sobre las circunstancias posteriores, cuando el acusado ya había sido apartado por su tío del lugar, momentos en los que el hombre reconoció los hechos, aunque después no quisiese declarar en comisaría.

La defensa pide la absolución o, en su caso, que no se decrete un internamiento superior a los siete años.