La ambigüedad sobre el “brexit” empaña el optimismo laborista

La ambigüedad con la que el Laborismo encara el “brexit” es motivo de cierta fricción en el partido, cuya facción más eurófila percibe en el congreso de Brighton la marcha del Reino Unido de la Unión Europea (UE) como el “talón de Aquiles” de su líder, Jeremy Corbyn.

El principal grupo opositor del Ejecutivo de la primera ministra, la conservadora Theresa May, se encuentra inmerso en la tercera jornada de su congreso anual en esa ciudad de la costa sur inglesa.

El optimismo es el sentimiento general que predomina este año después de que el inesperado avance de los laboristas los convirtiera en los verdaderos “ganadores” de las elecciones de junio, si bien persisten interrogantes por parte de sectores del partido ante la indefinición de Corbyn frente a la permanencia en el mercado único.

“No estoy al cien por cien satisfecho con la manera en la que Jeremy (Corbyn) está abordando el tema del 'brexit' y no creo que esté poniendo el suficiente énfasis en la permanencia en el mercado único y la unión aduanera”, declaró a Efe John Doran, afiliado laborista.

Este veterano votante afirma que “la división que parece originar este tema podría ser preocupante de cara al futuro” y lamenta que su agrupación “ha adoptado la misma postura que los tories”.

“Sin duda el 'brexit' es o podría ser el talón de Aquiles de Corbyn si no varía su enfoque”, añade.

Tom Barker, otro miembro de la formación de 20 años que asiste a los debates, confía en que su líder “solo esté jugando alguna especie de juego super inteligente”, pero a veces, confiesa, “temo que no es así”.

“Preferiría que adoptara un planteamiento mucho más claro, como por ejemplo un compromiso con el mercado único o un segundo referendo, que daría seguridad a la economía”, agrega este joven, que considera que la “estrategia” de Corbyn “no funcionará en el futuro, cuando sea necesaria una postura sin fluctuaciones”.

Para Ashair Mohammed, del Comité Nacional de Jóvenes Laboristas, “la situación es ambigua” ante el “brexit”, aunque, según explica a Efe, “entiende que el país ha votado a favor de salir y hay que respetarlo”.

En cualquier caso, “se trata de un debate que continúa y es pronto para evaluar el coste de abandonar el mercado único. El periodo de transición nos ayudará a calibrar los efectos”, apunta.

El propio Corbyn ha pedido “cautela” a la hora de valorar la permanencia en el mercado único del Reino Unido pues ello podría restringir, hipotéticamente, los poderes de un futuro Gobierno laborista.

Esa postura no parece contentar a la treintena de diputados, miembros de grupos sindicales y alcaldes que el pasado domingo le pidieron en una carta abierta un compromiso claro para convertir esa fuerza en una alternativa al enfoque adoptado por May.

Esa facción laborista se posiciona a favor de luchar por la permanencia en el mercado único en aras del empleo y la economía británica y considera incompatible presentarse como una opción antiausteridad si el Reino Unido se desvincula de los tratados europeos.

Al mismo tiempo, esa indefinición ante el divorcio con Europa no parece socavar la renovada confianza entre sus afines de la que goza Corbyn, antaño duramente cuestionado por su propio grupo parlamentario.

Dorothy Masado, una de las delegadas del partido, subraya tajante a Efe que “el enfoque de Corbyn es el correcto” y dice que “ahora es el momento de luchar por un buen acuerdo y por proteger a los comunitarios que viven aquí y a los británicos en Europa”.

Zanja el asunto afirmando que “la falta de claridad es un problema tory, que son los que están en el Gobierno”.

Por su parte, Mohammed Alfra, miembro de la organización Momentum -simpatizante del líder-, señala que el planteamiento de su partido es “el más maduro” y el debate ha de centrarse en cómo conseguir que se respeten los derechos de los trabajadores.

De manera similar se pronuncia un concejal laborista de Londres, Jason Preachard, quien defiende que Corbyn “ha sido muy claro al enfatizar que el 'brexit' debe poner en primer lugar los empleos y no socavar los derechos de los trabajadores”.