El apoyo de izquierda radical lusa a los socialistas, a examen en las urnas

Casi dos años después de prestar su apoyo a los socialistas para que pudiesen gobernar en Portugal, la izquierda radical se somete este domingo a una especie de examen en las elecciones municipales, en las que sus votantes mostrarán si aquella alianza fue acertada o un error.

Desde noviembre de 2015, los socialistas gobiernan en Portugal en minoría con el apoyo expreso del marxista Bloque de Izquierda (BE por sus siglas en portugués) y del Partido Comunista Portugués (PCP), una unión inédita en la historia de la democracia lusa.

Aunque no eran pocas las voces que apuntaban al fracaso de esta “geringonça” (“chapuza” en español), como se conoce a esta alianza en Portugal, casi dos años después se mantiene viento en popa y ha logrado sacar adelante dos Presupuestos del Estado.

El electorado tendrá ocasión ahora de opinar en las urnas si los compromisos y cesiones adoptados en esta primera mitad de la legislatura han merecido la pena.

El BE conquistó una importante victoria en las legislativas de 2015, cuando se alzó como la tercera fuerza política del país -sólo por detrás de socialistas y socialdemócratas- con más del 10 % de los votos, su mejor resultado hasta la fecha.

Sin embargo, el partido, nacido en 1999, tiene una presencia reducida a nivel municipal y no gobierna en ningún ayuntamiento, pero confía en que los buenos resultados de las legislativas se extiendan a las municipales de mañana.

“Esperamos salir reforzados en estas elecciones (...) Tenemos la expectativa de poder aumentar nuestra representación por todo el país”, aseguró en declaraciones a EFE la eurodiputada bloquista Marisa Matías, que reconoce que es “difícil” llegar a gobernar ayuntamientos, pero confía en conseguir más concejales.

A pesar de que “queda mucho por hacer”, Matías cree que los portugueses “sienten que se respira mejor” desde la llegada de la “geringonça” y que reconocen el papel que ha tenido su partido en esta inédita solución de Gobierno.

Por ello, al BE no le importaría trasladar este tipo de alianzas al ámbito local, donde en estas elecciones quiere combatir las mayorías absolutas y apostar por soluciones “multicolor” que permitan mayores convergencias a la izquierda para los municipios.

“Si se crean las condiciones, a nivel local podríamos abandonar la era de las mayorías absolutas en los ayuntamientos y pasar a tener más 'geringonças' en todo el país, y no sólo la que conocemos en el Gobierno”, consideró la eurodiputada.

El otro socio de la izquierda radical, el comunista PCP, sufrió un revés en las últimas legislativas al verse superado por el BE.

Tradicionalmente el partido más a la izquierda del arco legislativo portugués y enemistado con los socialistas, su apoyo para que António Costa gobernase fue visto como una apertura al cambio que corría el riesgo de no ser bien acogida por sus votantes.

En la campaña para este primer examen “post geringonça”, el secretario general comunista, Jerónimo de Sousa, no ha dudado en defender los progresos alcanzados a nivel nacional gracias a la presión de su partido, especialmente en la recuperación de rentas para los ciudadanos.

“Con nuestra contribución hemos conseguido avances significativos que valoramos mucho en este marco de la nueva fase de la vida política nacional”, defendía este viernes, último día de campaña.

El PCP es el tercer partido con más representantes a nivel local y actualmente controla más de una treintena de ayuntamientos, con presencia sobre todo en el Alentejo, el área metropolitana de Lisboa y los municipios al sur del Tajo.

Confiado en que pueden aumentar todavía más su presencia, De Sousa reconoció que un buen resultado en las municipales del domingo -a las que se presentan en coalición con los ecologistas de Los Verdes, como es habitual- puede ayudar a reforzar su posición para negociar los próximos Presupuestos del Estado.

“Con más fuerza, tenemos condiciones para continuar esta batalla importante de reposición de salarios”, consideró.

Los comicios de este domingo, en los que se eligen un total de 308 alcaldes, servirán también para poner a prueba el dominio de los socialistas y el liderazgo de Pedro Passos Coelho al frente del socialdemócrata PSD, que lidera la oposición.