Los asaltantes de la sede policial en Ereván se niegan a deponer las armas

El grupo de hombres armados que se encuentra atrincherado en un edificio de la Policía de la capital armenia y que hoy liberó a todos su rehenes se negó a deponer las armas hasta que se cumplan todas sus demandas, incluida la dimisión del presidente del país, Serge Sargsián.

“Si las autoridades no cumplen nuestras demandas emprenderemos nuevas acciones. Tenemos suficientes recursos humanos y armas”, dijo a la prensa el líder del grupo armado, Pavlik Manukian.

Las autoridades permitieron el ingreso de periodistas en el recinto policial después de que los asaltantes liberaran a sus dos últimos rehenes, el subjefe de la Policía Nacional, general Vardán Eguiazarián, y el subjefe de la Policía de Ereván, coronel Valeri Osipián.

El grupo extremista que tomó el cuartel el pasado día 17, acción en la que murió un policía, exige, entre otras demandas, la liberación de su líder, el opositor y veterano de guerra Zhirair Sefilián, y ha llamado a la población a que se les unan en su protesta contra las autoridades.

“La gente tiene que salir a las calles”, dijo Manukian, quien recalcó que hay que “luchar contra el enemigo interno en aras del Estado armenio”.

Por su parte, el portavoz del movimiento opositor Parlamento Constituyente y miembro del grupo armado, Varuzhán Avetisián, aseguró que “una rebelión consciente da frutos”.

“No tenemos miedo, pensamos en cómo organizar nuestra defensa y estamos dispuestos a combatir”, agregó.

Avetisián insistió en que Sargsián debe abandonar el poder, ya que, en su opinión, es una condición indispensable para “renovar el Estado”.

Sefilián, veterano de la guerra por el control del enclave de Nagorno Karabaj, fue detenido el 20 de junio por tenencia ilegal de armas y explosivos, lo que es negado por sus partidarios, que acusan a las autoridades de perseguir a su líder.