La campaña electoral uruguaya se agota sin entusiasmo ni novedad alguna

A un día del cierre de la campaña electoral en Uruguay por la segunda vuelta de las presidenciales, la contienda parece agotada y discurre sin entusiasmo ni entre los candidatos ni entre los votantes, que parecen dar por hecho el triunfo de Tabaré Vázquez.

Un signo inequívoco de este desgaste y falta de tensión es la ausencia total de actividad hoy del candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, que marcha entre 11 y 17 puntos por detrás de Vázquez en las encuestas, y de todo su aparato de campaña, que no tiene ningún acto oficial previsto en toda la jornada.

Vázquez y el Frente Amplio (FA) sí tienen previsto un acto destacado, el primero en casi cinco días en el que aparecerá el candidato del oficialismo, que ya gobernó uruguay entre 2005 y 2010, en el que departirá sobre temas de convivencia, integración social y deportes.

Fuentes del comando electoral del FA indicaron que en ese acto habrá una participación del seleccionador uruguayo de fútbol, Oscar Washington Tabárez, una figura ajena a la política pero reconocido simpatizante de la izquierda.

Mientras, en la calle sigue sin notarse el ambiente electoral, en claro contraste con la campaña de la primera vuelta, y apenas se ven banderas ni se escuchan las repetitivas músicas de la campaña, antes omnipresentes.

Esta extraña situación de calma en medio de una campaña electoral sólo se ha visto rota por debates menores y críticas por agravios recibidos, como la protagonizada por unos anuncios del FA en los que en tono jocoso se llamaba “pituco” (niño bien) a Lacalle Pou por su ascendencia y forma de vida -es hijo del ex presidente Luis Alberto Lacalle (1990-1995) y vive en un barrio de lujo- y que él calificó como una obra de “resentidos”.

Más allá de eso, poco ha cambiado y la última encuesta publicada hoy por la empresa Interconsult mantiene una amplia ventaja de Vázquez, que supera en 11 puntos a Lacalle en intención de voto, con un 50 % frente a un 39 %.

El director de Interconsult, Juan Carlos Doyenart, señaló a la prensa uruguaya que estas cifras son la causa de que el país viva “un clima electoral de muy bajo perfil”, lo que resulta “lógico”.

“Estamos enfrentados en una elección casi con un resultado a la vista. Se perdió la expectativa que la gente puede tener sobre el resultado. La gente pierde el interés cuando ve que su voto no va a cambiar ni decidir nada”, añadió.

El resto de sondeos publicados hasta ahora dan al FA una ventaja amplia en el balotaje (52-53 % frente a 35-38 % del candidato opositor) y descartan cualquier sorpresa.

Daniel Chasquetti, experto en Ciencia Política y profesor del Instituto de Ciencia Política de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, dijo a Efe que “no hay dudas” de que Vázquez será el ganador en el balotaje y por una “diferencia importante” de votos sobre Lacalle Pou.

Tras la primera vuelta, donde la gobernante coalición de izquierda obtuvo el 47,9 % de los votos y mayoría en la Cámara de Diputados (50 en 99), su candidato presidencial “hizo movimientos bien pensados”, agregó el analista.

Recordó que Vázquez se reunió en los últimos días con legisladores y dirigentes del Partido Colorado y “apunta a quedarse con una parte del electorado” de ese grupo.

La sensación del triunfo de Vázquez es tal que Chasquetti apuntó que se piensa ya en el futuro Gobierno del médico oncólogo, que asumirá el 1 de marzo de 2015.

En ese sentido, recordó que Vázquez, el primer presidente de izquierda en la historia de Uruguay, tuvo en su primer Gobierno una “relación complicada” con la oposición, que no ocupó cargos en su administración.

Lo que puede ocurrir en el futuro “es una incógnita”, pero “seguramente” Vázquez tratará de volver a negociar con la oposición para intentar tener en su Gobierno una representación “más amplia y nacional”, con delegados de esos sectores en las empresas públicas y en los organismos del Estado, agregó.