Los cien días de Carmena, una alcaldesa 'novata'

A sus 71 años, la política 'novata' Manuela Carmena cumple el próximo lunes cien días al frente de la capital española, en la que ya ha conseguido poner fin a los desahucios e implantar un sistema de participación ciudadana, aunque sus calles, según dice muy a su pesar, aún continúan sucias.

Carmena, jurista de dilatada trayectoria pero sin experiencia en gestión política -como la inmensa mayoría del equipo de Ahora Madrid, donde se integra Podemos-, enfatizó en su discurso de investidura su vocación de gobernar escuchando y de construir un Madrid más igualitario dejando de lado los discursos partidistas.

Y en las formas se ha notado: la alcaldesa utiliza el transporte público, asegura que hablar con los vecinos la ayuda a plantear soluciones para la capital y proyecta esa imagen de apertura con actuaciones simbólicas como las visitas guiadas a su despacho organizadas para el próximo domingo.

Pero también ha lanzado algunas propuestas un tanto excéntricas como que cooperativas de madres se organizasen para limpiar colegios o que los bares de Madrid utilizasen servilletas con dibujitos de los monumentos de la ciudad para promocionar de ese modo el turismo.

Polémicas han sido también las idas y venidas sobre si se implantaría una tasa turística en Madrid (que su concejal Carlos Sánchez Mato propuso estudiar y ella descartó) o las dudas sobre qué es la “deuda ilegítima” y si se pagará o no tras una auditoría que el PP ve una “causa general” contra sus políticas.

En la gestión ha logrado dejar su huella, sobre todo, con la puesta en marcha de una oficina de mediación hipotecaria entre las familias y los bancos para evitar los desahucios y, en caso de que estos finalmente se produzcan, garantizar desde el Ayuntamiento una vivienda alternativa.

La oficina abrió el 15 de julio en Embajadores y está tramitando 105 procedimientos, de los que cinco ya se han resuelto con éxito.

El Ayuntamiento ha paralizado también todos los desahucios en edificios de la Empresa Municipal de Vivienda y Suelo (EMVS) y ha alcanzado un acuerdo con varias entidades financieras para la cesión de pisos vacíos a familias desestructuradas. Descarta, eso sí, un gravamen para casas desocupadas.

A medio camino se ha quedado de dar solución a las otras tres medidas “urgentes y necesarias” recogidas en campaña en un “Compromiso por Madrid” que quiso extender -sin éxito- al resto de partidos: garantizar el derecho a la vivienda, la alimentación, la sanidad y la energía.

En materia de alimentación, Madrid amplió en verano el programa de reparto de comida a domicilio a niños pero aún está por diseñar un plan que permita garantizar una nutrición correcta para niños los 365 días al año.

En él, eso sí, se está trabajando, y habrá pronto reuniones con empresas energéticas para evitar los cortes de luz y agua sin un informe previo de los servicios sociales.

Con el impulso del concejal Pablo Soto, Madrid ha inaugurado un sistema de participación por el que cualquier vecino puede proponer una idea que, si obtiene el apoyo de un 2 % del censo de madrileños de más de 16 años, se somete a votación vinculante.

También se ha endurecido el protocolo contra la contaminación ambiental y este domingo se inaugurará el cierre al tráfico rodado de varias calles madrileñas, entre ellas la del Paseo del Prado, con el objetivo de recuperar el espacio público para los madrileños.

Pero Manuela Carmena no ha logrado mejorar de forma sustancial la suciedad de las calles de Madrid: sobre las empresas concesionarias de los servicios de limpieza pesa la amenaza de la remunicipalización, pero cien días no han sido suficientes para adecentar la ciudad.

Una sola jornada duró el concejal Guillermo Zapata al frente de la Concejalía de Cultura por sus tuits ofensivos sobre ETA y el Holocausto, y ante la orfandad e incomprensión que la alcaldesa encontró en los medios de comunicación puso en marcha la web de desmentidos periodísticos Versión Original muy cuestionada y que a día de hoy ella reivindica.

La alcaldesa dijo también que quería convencer: quizás cien días le han bastado para comprender que nunca llueve a gusto de todos.