Los colegios electorales abren con normalidad en Uganda, aunque con retrasos

Los colegios electorales de Uganda abrieron esta mañana con total normalidad en unas elecciones que, según todos los analistas, podrían acabar con la hegemonía del actual presidente, Yoweri Museveni, que lleva 30 años en el poder.

La Comisión Electoral informó de que la mayoría de colegios electorales abrió sus puertas a las 07.00 hora local (04.00 GMT) y ya había largas colas de gente esperando para votar, si bien en algunos centros se produjeron retrasos por la falta de papeletas y urnas.

Más de 15 millones de ugandeses están llamados a las urnas en estos comicios presidenciales, legislativos y locales en los que Kizza Besigye, del Foro por un Cambió Democrático (FDC), y Amama Mbabazi, de Go Forward (Adelante), son los principales candidatos de la oposición.

En estas elecciones hay tres millones de votantes nuevos que podrían jugar un papel determinante a la hora de configurar el nuevo mapa político de los próximos cinco años.

La tensión de la campaña electoral, con acusaciones cruzadas entre Museveni y Besigye, ha despertado cierto recelo entre muchos votantes, que en los días previos acudieron a supermercados y gasolineras para hacer acopio de suministros en previsión de posibles enfrentamientos.

Las autoridades ugandesas desplegaron a la Policía Militar en las calles y suburbios de Kampala, y otras grandes ciudades del país para apoyar a la Policía y evitar disturbios.

Tanto las fuerzas de seguridad como la Comisión Electoral han sido objeto de numerosas críticas por parte de la oposición, que les acusa de dar un trato de favor a Museveni.

Besigye, que ha perdido tres elecciones consecutivas frente a Museveni -2001, 2006 y 2011-, acude a las urnas con más posibilidades que nunca gracias a un discurso agresivo contra las políticas de su antiguo aliado y al apoyo de los jóvenes, decepcionados por la falta de oportunidades laborales en Uganda.

Las encuestas dan una victoria bastante ajustada del actual presidente -53 % o 54 % de los votos- y la división entre los partidos opositores juega a su favor, aunque es muy posible que Museveni y el Movimiento de Resistencia Nacional (NRM) pierdan diputados en el Parlamento.