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La jueza cita al comisario Villarejo a una rueda de reconocimiento frente a la doctora Pinto

El comisario Villarejo declara por el caso del ático de Ignacio González

Pedro Águeda

Una jueza de Madrid ha citado al comisario José Manuel Villarejo a una rueda de reconocimiento el próximo viernes, 26 de mayo, como sospechoso de haber apuñalado a la doctora Elisa Pinto por orden de Javier López Madrid. Es la tercera vez que la magistrada Belén Sánchez cita al policía, ahora jubilado.  En las dos ocasiones anteriores, con Villarejo aun en activo, fue excusado por el Ministerio del Interior alegando viajes de trabajo en el extranjero.

La citación es consecuencia de la resolución adoptada el mes pasado por la Audiencia Provincial de Madrid, en la que obliga a la jueza Sánchez a reabrir el caso que archivó en marzo de 2016 y a practicar una serie de diligencias solicitadas por la defensa de Pinto que en su momento había rechazado, entre ellas la rueda de reconocimiento.

Villarejo deberá comparecer en el Juzgado el próximo 26 de mayo a las 11 horas “acompañado de otras cuatro personas de características físicas semejantes para poder formar la rueda de reconocimiento”, según una providencia a la que ha tenido acceso eldiario.es.

La jueza Sánchez permite al comisario jubilado, de 65 años, que sea quien escoja a los cuatro varones que deben situarse junto a él y frente a la doctora Elisa Pinto. Esta es una opción poco frecuente. Lo habitual es que el magistrado se sirva de policías, de detenidos en los calabozos u ordene trasladar a internos de un centro penitenciario próximo. La magistrada añade que de resultar positiva la identificación de Villarejo, éste será interrogado en calidad de investigado, la nueva denominación para los imputados.

En la misma providencia, la jueza Belén Sánchez cita a diez testigos, todos para el 6 de junio próximo. En la lista figura el marido de la doctora Pinto, otras personas de su entorno, el médico que la atendió de la agresión, policías y guardias civiles que han participado en la investigación y el responsable de la empresa a la que López Madrid ordenó que le vaciara el teléfono antes de entregarlo al juzgado. 

A pesar de aquel movimiento del acusado, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil logró recuperar mensajes y contactos que le permitieron concluir que López Madrid mantenía una “estrecha relación” con un grupo de mandos policiales, entre ellos el comisario Villarejo, con el que intercambio decenas de llamadas. El policía asegura que López Madrid contactó con él a través de una tercera persona, le contó el caso y él se limitó a recomendarle que denunciara los hechos a la Policía.

Identificación en comisaría

El 19 de mayo de 2015, la doctora Pinto  fue requerida por el comisario Jaime Barrado en la comisaría de Chamartín. El policía había recibido información de un confidente según la cual un mando policial estaría trabajando a las órdenes de López Madrid en su supuesto acoso a la doctora Pinto. En sede policial, la mujer identificó, “sin ningún género de dudas”, a Villarejo en dos reconocimientos fotográficos, uno con una foto reciente, de entre un grupo de hombres de su edad; y otro con una foto tomada hace más de 15 años, también de entre varias personas parecidas. 

La doctora había denunciado dos apuñalamientos. Uno de ellos se produjo el 10 abril de 2014 cuando detuvo su coche, en el que viajaba junto a su hijo de diez años entonces. Según su relato, confirmado por el menor, un hombre se acercó y la pinchó en el costado mientras le advertía: “López Madrid quiere que cierres la boca”.

La jueza Sánchez citó en dos ocasiones a Villarejo al juzgado, el 16 de julio y el 3 de septiembre de 2015. El comisario estaba destinado en la Dirección Adjunta Operativa de la Policía, a las órdenes directas de Eugenio Pino. El artífice de la ‘policía política’ del PP utilizaba a Villarejo para encargos delicados, entre ellos la ‘Operación Cataluña’. El argumento de la Dirección de la Policía para excusar a Villarejo de aquellos reconocimientos fue que estaba de viaje en el extranjero en las fechas señaladas. Villarejo se jubiló el pasado agosto. 

Finalmente, unos informes policiales que acusan a la doctora Pinto de haberse inventado el acoso de López Madrid e, incluso, de haber utilizado a su hijo en esa maniobra, sirvieron a la jueza Sánchez para archivar el caso. La doctora Pinto ha denunciado en el juzgado, sin éxito, que esos informes constituyen un montaje para encubrir a Villarejo. Las conclusiones de los mismos son ignorados en el auto de la Sección 15 de la Audiencia de Madrid que ordena a la jueza Belén Sánchez reabrir el caso contra López Madrid. 

La jueza Sánchez ha citado a declarar también al antiguo trabajador de un locutorio que reconoció a la doctora como la mujer que le compró tarjetas prepago utilizadas en el supuesto acoso. El hombre se desdijo después en el juzgado, pero su testimonio en sede policial sirvió para los informes que señalan a Pinto. Se trata de un ciudadano indio que también fue testigo en un caso en el que Asuntos Internos investigó a Villarejo sin que éste resultara finalmente imputado. 

Con motivo de la reapertura del caso, la asociación Clara Campoamor valora personarse como acusación popular. Su responsable, Blanca Estrella, considera “terrible que una víctima de acoso que ha sido apuñalada diga que si llega a saber lo que la iba a ocurrir nunca hubiera denunciado”. “Tanto dinero gastado en campañas publicitarias y cuando una víctima denuncia se la persigue por tierra, mar y aire”, ha declarado Estrella a eldiario.es. Elisa Pinto sigue imputada en otro juzgado como consecuencia de la denuncia que puso contra ella López Madrid. 

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