La comisión de investigación de Siria no revela nombres de supuestos criminales

La comisión de investigación de Naciones Unidas sobre Siria no revelará por ahora públicamente las listas que ha elaborado con los nombres de personas que presumiblemente han cometido crímenes y atrocidades, pero sí que las entregará a fiscalías estatales.

“No revelaremos públicamente la lista de nombres ahora”, afirmó Paulo Sergio Piñeiro, presidente de la comisión de investigación de la ONU sobre Siria al presentar su último informe -el noveno- ante el Consejo de Derechos Humanos de la organización.

La comisión ha elaborado cinco listas de supuestos criminales y las guarda de forma secreta.

“En este momento, servirá más hacer divulgaciones específicas. Compartiremos los nombres e información acerca de supuestos criminales específicos con autoridades fiscales estatales que están preparando casos para ser presentados ante jueces competentes e imparciales”, agregó Piñeiro, sin aclarar a qué autoridades y de qué país o países se refería.

El reputado profesor se limitó a decir que “éste será un proceso que respetará los derechos humanos, un juicio justo para el acusado y el derecho a la verdad de las víctimas”.

Consultado el portavoz del Consejo de Derechos Humanos, Rolando Gómez, sobre a qué países se refería Piñeiro, declinó responder e urgió a consultar al presidente de la comisión en una rueda de prensa que él mismo ofrecerá esta tarde.

“Continuaremos proporcionando a las autoridades fiscales y judiciales de 'esos Estados' con información de nuestros extensos archivos para ayudar a sus investigaciones”, agregó el presidente de la comisión.

Piñeiro enmarcó estas acciones en la necesidad de contar con una estrategia de asunción de responsabilidades que es “desesperadamente necesaria”, dado que en cuatro años de guerra se han cometido los mayores crímenes sin que nadie hasta ahora haya sido juzgado y condenado por ellos.

“Una cultura de impunidad ha nacido en el interior de Siria. Parece que los que continúan violando la ley internacional lo hacen sin ningún miedo de que después tengan que asumir la responsabilidad por sus actos”.

Dicho esto, Piñeiro dijo que la comisión sigue abogando porque el Consejo de Seguridad transfiera a la Corte Penal Internacional o a un tribunal ad hoc el caso de Siria.

Por otra parte, Piñeiro reiteró en diversos momentos de su discurso que es “imperativo que acabe el envío de bombas, morteros, artillería y misiles balísticos hacia Siria”, así como el envío de fondos tanto a las autoridades como a los beligerantes “definidos como terroristas por el Consejo de Seguridad”.

“La comunidad internacional concuerda en que no hay una solución militar al conflicto. Sin embargo, armar y enviar dinero a las partes en conflicto, más la llegada de combatientes extranjeros, exacerba la idea de que la victoria es posible”.

Por su parte, el diplomático sirio que tomó la palabra tras la exposición de Piñeiro descalificó a la comisión por estar “politizada” y le quitó toda credibilidad.

“El informe no recoge la información proporcionada por el Gobierno sirio”, afirmó.

Asimismo, el diplomático sirio lamentó que no se hiciera mención a Turquía y al hecho que según él, Ankara dejara a terroristas cruzar desde su territorio hacia el interior de Siria.

El diplomático sirio se lamentó de que Piñeiro no hablara del Estado Islámico en su discurso, algo que, de hecho, sí que hizo al relatar las atrocidades cometidas tanto en Siria como en Irak por ese grupo islamista.

Piñeiro acabó su exposición recordando que “esta guerra es una crónica de las oportunidades perdidas por las Estados con influencia política y de la comunidad internacional en general. Es obligatorio acabar con esta guerra”.