Los conservadores lusos acusan a Costa de no haber sido elegido por el pueblo

Los conservadores portugueses incidieron hoy en la falta de legitimidad del nuevo Gobierno socialista por no haber sido ésta la formación más votada en las elecciones del pasado 4 de octubre.

Así lo destacó durante el debate en el Parlamento el líder de los democristianos del CDS-PP (el partido más a la derecha del arco parlamentario luso), Paulo Portas, quien trató de forma sarcástica al nuevo jefe del Ejecutivo, el socialista António Costa.

Cuando se dirigió a él nada más acceder al atril por el nombre de “señor primer ministro”, Portas recordó inmediatamente que “no es el primer ministro que el pueblo escogió”, lo que provocó los aplausos de su bancada.

Durante su intervención, recalcó que el ascenso de Costa al poder se sustenta en su acuerdo con el Bloque de Izquierda, el Partido Comunista y el ecologista Los Verdes, lo que en su opinión es una señal de inestabilidad.

“Con ellos eligió gobernar, en ellos se apoyará, en ellos podrá tropezar, dependiendo de ellos quedará o caerá. Es la vida”, defendió el líder democristiano, quien insistió en que “el pueblo, cuando votó, no colocó” a los socialistas en el Ejecutivo, sino a los conservadores.

Los comicios legislativos dieron la victoria a la coalición de centro-derecha formada por los socialdemócratas del PSD y el CDS-PP con seis puntos de ventaja sobre los socialistas, aunque sin apoyos suficientes como para revalidar la mayoría absoluta obtenida en la anterior legislatura (2011-2015).

El jefe del Estado, Aníbal Cavaco Silva, entregó el Gobierno en primera instancia a los conservadores, pero en su primer paso por el Parlamento -el pasado 10 de noviembre- toda la oposición el bloque aprobó una “moción de rechazo” que provocó su caída inmediata.

Después de dos semanas de reflexión, el presidente acabó aceptando designar a Costa como primer ministro pese a subrayar las dudas que le genera esta solución política.

Portas, que era viceprimer ministro del Ejecutivo de centro-derecha derribado en el hemiciclo por la izquierda, consideró que el secretario general de los socialistas es de quienes defienden “que los fines justifican los medios”.

“No le bastó con ser leal, influyente e incluso determinante como jefe de la oposición. Proclama eufórico que dispone de una mayoría parlamentaria cuando todos sabemos que sólo será así mientras el Politburó del Partido Comunista entienda que así debe ser”, censuró.

El debate parlamentario de hoy pondrá punto y final a la presentación del programa de Gobierno de los socialistas, que arrancó ayer con el repaso a algunas de las medidas dirigidas a revertir las políticas de austeridad implementadas en los últimos años.

Al final de la sesión está prevista la votación de una “moción de rechazo” presentada por los conservadores, aunque se da por descontado que no será aprobada debido a que no cuentan con mayoría en el hemiciclo.