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Los crímenes en Corea del Norte, a debate en un Consejo de Seguridad divido

Los crímenes en Corea del Norte, a debate en un Consejo de Seguridad divido

EFE

Naciones Unidas —

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La ONU y una mayoría de los miembros de su Consejo de Seguridad denunciaron hoy las continuas violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte pese al rechazo de un grupo de países liderado por China a discutir la cuestión.

Coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos, el Consejo de Seguridad celebró el segundo debate de su historia sobre la situación que se vive la nación asiática.

Lo hizo a pesar de la oposición de varios miembros, que defendieron que al máximo órgano de decisión de la ONU no le corresponde tratar este asunto.

“Este no es el lugar adecuado”, dijo el embajador adjunto chino, Wang Min, que consideró que este tipo de temas deben abordarse en otros foros como el Consejo de Derechos Humanos con sede en Ginebra y que acusó a Occidente de “politizar” el tema.

Así, China reclamó una votación para eliminar el punto de la agenda del día, una postura que respaldaron Rusia, Venezuela y Angola y ante la que se abstuvieron Chad y Nigeria.

Los otros nueve miembros, sin embargo, votaron a favor de llevar a cabo el debate, defendiendo que analizar la realidad que se vive en Corea del Norte entra dentro del mandato del Consejo de Seguridad, que es el encargado de velar por la paz en el mundo.

“Cualquier violación masiva y sistemática de los derechos humanos constituye una amenaza para la paz y la seguridad mundiales”, dijo en ese sentido el embajador español ante la ONU, Román Oyarzun, que subrayó que el Consejo no puede “ignorar” lo que sucede en el país.

Según Oyarzun, dada la actitud del Gobierno norcoreano, “corresponde a la comunidad internacional asumir esa responsabilidad y adoptar las medidas necesarias para proteger a una población que lleva sufriendo demasiado tiempo”.

Una investigación desarrollada el pasado año por la ONU documentó violaciones masivas de los derechos humanos en Corea del Norte, con una situación que no tiene “ningún paralelismo en el mundo contemporáneo”.

Los expertos de Naciones Unidas denunciaron asesinatos, esclavitud, torturas, violaciones y otros crímenes graves contra personas perseguidas por motivos políticos, religiosos, raciales y de género, lo que llevó hace un año al Consejo de Seguridad a tratar por primera vez ese asunto.

Según dijo hoy el alto comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad al Hussein, esas violaciones continúan y “su naturaleza institucional y severidad plantean una amenaza a la paz y seguridad internacionales”.

“El pueblo norcoreano sigue sufriendo una pesadilla hecha realidad”, denunció la embajadora estadounidense, Samantha Power, que presidió la sesión y que dejó claro que el régimen de Kim Jong-un algún día “pagará por sus crímenes”.

Antes del debate, dos norcoreanos que huyeron del país y que viven refugiados en Estados Unidos relataron a los periodistas los horrores que vivieron allí, una a causa de la hambruna y otro de la persecución política.

La joven Grace Jo explicó cómo perdió a la mayor parte de su familia a causa de la falta de alimentos y medicinas antes de escapar a través de China y confió en que discusiones como la de hoy en la ONU aumenten la presión sobre el Gobierno.

Jung Gwang II, que dejó el país tras pasar tres años en un campo de trabajo, denunció haber sufrido continuadas torturas que le obligaron a confesar de manera falsa ser un espía surcoreano.

Según explicó, en el campo de trabajo los reclusos eran obligados a desarrollar jornadas de 16 horas diarias y recibían escasísimos alimentos, que llevaron a varios a fallecer por malnutrición.

El debate en el Consejo de Seguridad se produjo en el mismo día en el que Kim Jong-un aseguró por primera vez que su país posee la bomba de hidrógeno, una afirmación de la que dudan los expertos.

Hasta el año pasado, la amenaza de la proliferación nuclear era la única cuestión vinculada a Corea del Norte que figuraba en la agenda del Consejo.

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