Al menos 76.000 desplazados por enfrentamientos en el sur de Filipinas

Al menos 76.000 personas han sido desplazadas en el sur de Filipinas por la ofensiva que las Fuerzas Armadas realizan contra una organización de rebeldes islamistas y por los enfrentamientos entre grupos de insurgentes, apunta un informe elaborado por la ONU y difundido hoy.

El documento detalla que, hasta anoche, cerca de 41.000 personas habían abandonado sus hogares por la lucha entre el Ejército y los Luchadores por la Libertad Islámica del Bangsamoro (BIFF, sus siglas en inglés) en la provincia de Maguindanao, en la isla de Mindanao.

Unas 35.000 personas más han abandonado sus viviendas en la provincia de Cotabato del Norte, también en Mindanao, por los enfrentamientos entre los BIFF y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), según el informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El documento denuncia la situación de precariedad que existe en los centros de desplazados repartidos por Cotabato del Norte y Maguindanao, porque no están organizados y tienen raciones de comida y agua limitadas.

La inestabilidad afecta además a cerca de 2.500 estudiantes de seis colegios que han suspendido las clases por los combates.

Los enfrentamientos entre los BIFF y el FMLI se iniciaron el pasado 14 de febrero a raíz de una disputa territorial en varias localidades de las provincias colindantes de Cotabato del Norte y Maguindanao.

Los BIFF ocuparon numerosas poblaciones e incendiaron cerca de 40 viviendas, lo que causó en los primeros días al menos 20.000 desplazados en varios centros de evacuación.

En respuesta, las autoridades anunciaron el 25 de febrero una “ofensiva total” contra el BIFF con el objetivo de proteger a la población civil.

Aunque el Ejército filipino ha liberado las localidades ocupadas por los insurgentes, los desplazados se niegan a volver a sus viviendas ante el temor de que queden minas enterradas en la zona.

Ante esta situación, el Ejército empezó una operación de registro y despeje de la zona, al tiempo que continúa la ofensiva contra los rebeldes.

El grupo BIFF se formó a finales de 2010 tras una escisión en el FMLI de quienes se oponían a las negociaciones que mantenían con el Gobierno y que se completaron con la firma de un acuerdo de paz en marzo de 2014, que se encuentra en proceso de implementación.

Pese al pacto firmado entre el Gobierno y el FMLI, los BIFF y otros grupos armados, como los terroristas de Abu Sayyaf, permanecen activos en el sur de Filipinas.

Entre 100.000 y 150.000 personas, al menos un 20 por ciento de ellas civiles, han muerto en cuatro décadas de conflicto separatista islámico en Filipinas, que además ha paralizado el desarrollo de una región rica en recursos naturales y ha empobrecido a la población.