El director de la Policía: “Tenemos que limpiar Internet del veneno terrorista que circula en la red”

Cosidó ha intervenido esta semana en la V Convención Europea de Jefes de Policía desarrollada en Europol, bajo el título “La interrupción de la captación de terroristas: su impacto en la radicalización”.

Cosidó ha analizado la amenaza yihadista, la más importante para Europa. “Nos enfrentamos a una nueva forma de terrorismo que es impredecible, indiscriminado, no estructurado, global, fanático y, muy a menudo, suicida”, ha asegurado.

Ignacio Cosidó ha enumerado cuatro riesgos específicos de acciones terroristas. La intención de cometer atentados en suelo europeo; el regreso de combatientes extranjeros que han adquirido experiencia de combate lugares de conflicto por la lucha por la yihad; los combatientes frustrados que reorientan sus acciones a territorio europeo y los individuos autoradicalizados que se sienten obligados a cometer un ataque terrorista por su cuenta.

También ha hecho hincapié en la importancia de la cooperación internacional eficaz y del intercambio de información y la recopilación de inteligencia para hacer más predecible esta amenaza y, por tanto, más prevenible.

Gracias a esto, desde el 11 de marzo de 2004, casi 600 personas han sido detenidas por delitos relacionados con el terrorismo en el marco de alguna de las 134 operaciones realizadas, 22 de ellas llevadas a cabo en 2015.

En su ponencia, el director ha recordado que se debe seguir actuando para desactivar los procesos de radicalización en Internet ya que “es el medio perfecto para difundir el odio, el fanatismo y propaganda terrorista, facilitando los procesos de radicalización y dificultando su detección”, y ha señalado la importancia de contar con las familias en la prevención de la radicalización de los más jóvenes.

El director Cosidó ha afirmado que la Policía necesita los canales adecuados, los recursos y la capacitación evitar que los objetivos vulnerables del radicalismo acaben abrazando la ideología violenta. Este año se aprobó un Plan estratégico que establece las acciones a ser implementadas por los cuerpos policiales y socios clave relativos a las comunidades vulnerables.

Además, este Plan constituyó un “Grupo Nacional contra la radicalización” como canal efectivo para mantener nuestros servicios antiterroristas actualizados acerca de los posibles puntos de radicalización en todo nuestro país, lo que les permite relacionarse con figuras interculturales y religiosos influyentes con el fin de prevenir la escalada de una amenaza potencial.