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Sale de prisión a la espera de un indulto el guardia civil encarcelado por encararse a un superior
El guardia civil Juan Carlos Alonso está ya en libertad tras permanecer ocho días en la cárcel madrileña de Alcalá Meco, según ha confirmado el portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), Juan Antonio Delgado, a eldiario.es.
Alonso ha abandonado la prisión después de que el tribunal que le condenó a tres meses y un día de cárcel por enfrentarse a un superior haya aceptado su excarcelación cautelar a la espera de que el Ministerio de Defensa resuelva favorablemente la solicitud de indulto formulada por la AUGC. El agente de la Guardia Civil viaja ya hacia Las Palmas donde le esperan su familia y amigos.
El portavoz de la asociación mayoritaria del cuerpo ha celebrado que la “presión” ejercida por el colectivo, que ha incluido protestas en las que han participado decenas de agentes y reuniones con todos los grupos políticos, haya permitido que Alonso esté ya en libertad. Sin embargo, Delgado ha reconocido que aún “hay que seguir trabajando” para lograr que el Ministerio de Defensa dé luz verde al indulto.
El agente, desanimado por su situación
Delgado ha explicado que el agente se encontraba “muy desanimado” cuando acudió a visitarlo este jueves. “Han sido ocho días en prisión y lo ha pasado mal. Es duro cuando sabes que no has hecho nada que tenga una trascendencia suficiente como para estar en la cárcel”. De hecho, el portavoz sindical ha explicado que Delgado “no se lo creía” cuando le informó sobre su excarcelación.
Los hechos se remontan a junio de 2010 cuando se produjo un grave altercado público en el que participaron más de 300 personas en el municipio de Mogán (Las Palmas de Gran Canaria) y que terminó afectando a la seguridad del puesto de la Guardia Civil.
Según la versión de AUGC, el agente, que ahora deberá cumplir la condena, se encontraba por orden del capitán en un dispositivo de seguridad para evitar el asalto al cuartel. El superior con el que tuvo el conflicto, un cabo que no participaba en el operativo, se dirigió al guardia y este le dijo “échate para allá, déjame trabajar, cumplo órdenes del capitán”, unos términos que el tribunal militar ha considerado que son “insulto a un superior”.
Por estos hechos fue condenado el pasado año a tres meses y un día de prisión, y suspensión de cargo público y derecho de sufragio durante el tiempo de pena.
