La exsenadora Piedad Córdoba pide una tregua tras el secuestro de un general en Colombia

La exsenadora y líder del movimiento Colombianos y Colombianas por la Paz, Piedad Córdoba, reclamó hoy una tregua inmediata entre la guerrilla de las FARC y el Gobierno tras la suspensión de los diálogos de paz en Cuba por el secuestro de un general, un cabo y una abogada en el departamento del Chocó.

A través de varios mensajes en su cuenta de Twitter, Córdoba ha pedido a ambas partes que “no jueguen con la paz” ni con la “esperanza de un país” e invitó a los colombianos a mantener el optimismo con respecto a las negociaciones en La Habana, que este miércoles cumplirán dos años.

La activista afirmó que este cese del fuego no es un “tema político ni bélico”, sino un “asunto ético”, porque “la paz es un bien superior”.

“¿Les vamos a quitar a las nuevas generaciones la oportunidad de vivir en un país en paz?”, se preguntó Córdoba en otro de sus mensajes en la red social.

En referencia a los sectores que están reclamando una actitud más dura por parte del Ejército contra las FARC tras este secuestro, la exsenadora dijo que es “fácil pedir más guerra sentados cómodamente en la casa viendo las noticias” y destacó que es la “Colombia campesina la que sufre” si se endurecen los combates.

Asimismo invitó al Gobierno y a la guerrilla a que persistan en el diálogo y mantengan las negociaciones, y pidió que no se produzcan más “mezquindades políticas, ni cálculos con la paz”.

“Los diálogos de paz de La Habana no deben terminar en monólogos de guerra”, apostilló.

Córdoba también invito a todos los colombianos a mantener la paciencia porque “un conflicto de 50 años no se arregla en dos” y concluyó que en todo proceso de paz es necesario ser persistentes.

El general Rubén Darío Alzate fue secuestrado por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ayer junto al cabo primero Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego cuando estaba de civil y sin escoltas en la remota localidad de Las Mercedes tras hacer un recorrido por el río Atrato.

Tras su secuestro, el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, decidió suspender las negociaciones de paz que mantiene su Gobierno con la guerrilla de las FARC en Cuba.