El fiscal imputa a una quinta persona en el caso Sócrates

El fiscal que se encarga del caso de corrupción por el que el ex primer ministro luso, José Sócrates, se encuentra en prisión imputó esta semana a una quinta persona, Paulo de Lalanda e Castro, administrador de una farmacéutica en la que Sócrates trabajó como consultor.

Según publica hoy el semanario “Expresso”, el Ministerio Público considera que Lalanda e Castro, acusado de fraude fiscal y blanqueo de capitales, ayudó a montar una trama con la que camuflar la procedencia de millares de euros en la que también estaba implicado otro de los imputados, el empresario Carlos Santos Silva.

Los dos empresarios están conectados a través de una empresa fantasma con sede en Londres que estaría destinada a enviar dinero de forma indirecta a Sócrates, detenido hace hoy tres meses.

Desde 2013, Sócrates recibía 12.000 euros mensuales por trabajos de consultoría en la farmacéutica Octapharma, administrada por Lalanda e Castro.

A esa retribución se unirían en mayo de 2014 otros 12.000 euros procedentes de una nueva farmacéutica propiedad de Lalanda e Castro, Dynamicspharma.

El ex primer ministro socialista continúa en prisión preventiva acusado de los delitos de corrupción, fraude fiscal y blanqueo de capitales.

Junto a él fueron imputados su chófer, João Perna; el abogado Gonçalo Trindade Ferreira y Santos Silva, a los que esta semana se ha unido Lalanda e Castro.

Aunque la Justicia apenas ha divulgado detalles sobre la denominada “Operación Marqués”, la prensa lusa apuntó que Santos Silva, amigo íntimo del ex primer ministro, ejercía de testaferro de Sócrates y de su fortuna, que algunos cifran en veinte millones de euros.

Santos Silva aparecía como titular en cuentas bancarias tanto en Suiza como en Portugal cuyos fondos realmente pertenecían al político socialista.