El fotógrafo Ángel Marcos lleva rincones íntimos de los españoles a la Bienal

El artista Ángel Márcos, con su exposición “Subversión Íntima” y sus particulares imágenes, ha llevado a la 55 edición de la Bienal de Arte de Venecia los rincones más íntimos de las casas, los bares y las calles de una parte olvidada de España.

Este proyecto expositivo, pensado expresamente por el fotógrafo de Medina del Campo para los llamados “Eventos Colaterales” de la Bienal de Arte, podrá ser visitado desde mañana hasta e 30 de septiembre en los espacios de la Escuela de San Pasquale, cerca del barrio del Arsenal de Venecia.

La instalación, que cuenta con el asesoramiento técnico del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y Leon (MUSAC), parte de una sus piezas escultóricas de elementos luminosos cuyas componentes forman la famosa frase latina “Non Olet”, que simboliza para Marcos la materia orgánica y los fluidos por los que la sociedad occidental siente disgusto.

Pero la parte principal de la exposición son las fotografías colocadas en el primer piso del centro expositivo en una estructura de madera pobre de las que cuelgan más de 100 imágenes, como una especie de ropa tendidas al sol.

La “Subversión Íntima” es otro paso más en la “obsesión” de Marcos en visitar y fotografiar comunidades, núcleos urbanos, barrios y realidades críticas, caracterizadas por una intensa sociabilidad y por una especie de “normal atipicidad”.

En esta ocasión su atención se ha centrado en dos barrios de Medina del Campo, en la comunidad de Castilla y León: Las Tudas y La Mota, que durante la posguerra adquirieron los rasgos definitivos de áreas urbanas populares pobladas únicamente por la clase trabajadora.

Durante su estancia en estas localidades, Marcos ha capturado las alcobas, las cocinas, los retratos, los ángulos más interesantes de las casas, los bares y las calles de estas localidades de manera “anónima y neutral”.

Fotografías de objetos anecdóticos, religiosos -muchos de ellos repetitivos en cada casa- y que cuentan historias de la cotidianeidad de las familias, pero también son, debido a su gran calidad técnica, verdaderas obras de arte.

Marcos explicó a Efe durante la inauguración de hoy que esta “subversión” del título de la exposición es la que tiene que llegar a “este territorio de las sociedades primeras y primarias, que son las mas cerradas”.

Aunque la exposición tiene un fuerte impacto social, Marcos aseguró que “la fotografía siempre se vincula mucho con la realidad y da este carácter”, pero que su intención no era la de plantear el proyecto de manera antropológica, sino la de crear arte contemporáneo, aunque “la emoción que dan las imágenes hacen que sea irremediable pensar en un tema social”.

Como fotógrafo, Marcos trabajó sin ayudas técnicas o focos, transformándose en un fantasma que vagaba por las casas esperando captar ese momento “intimo” y representativo.