Tres de cada diez gafas de sol se venden en el 'top manta'

El 'top manta' acapara el 30 por ciento de las cerca de 21.600.000 gafas de sol que se venden en España, ya que únicamente 2.600.000 de esas unidades se adquieren a través de las ópticas, a pesar de que los especialistas insisten en que es más peligroso llevar unas sin protección ultravioleta que no usar.

Además, el mercado de este producto se ha decantado por las gafas baratas, de tal forma que alrededor de 12 millones de las que se venden tienen un precio inferior a diez euros.

Así se refleja en el Libro Blanco de la Visión en España 2013, de la Asociación Visión y Vida, la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAE) y el Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas, presentado hoy en el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

El presidente de FEDAO, Ramón Noguera, ha asegurado que el 'top manta' va en aumento en la venta de las gafas de sol, lo que repercute tanto en la salud de los ciudadanos como en las arcas de Hacienda, que está dejando de recaudar impuestos.

Noguera ha explicado que cuando se usan gafas de sol sin protección ultravioleta la pupila se dilata y los rayos infrarrojos llegan al fondo del ojo.

En cuanto a las gafas premontadas (aquellas que se usan para la presbicia o vista cansada), solo un 4,3 por ciento de los casi 7.000.000 millones que se venden, es a través de ópticas.

Noguera ha asegurado que “el problema es que el usuario se automedica” cuando acude a un 'top-manta', a un mercadillo o a una gran superficie a comprarlas.

Al final, lo que ocurre es “se acaban eligiendo unas gafas que hipercorrigen, porque están actuando como una lupa”, ha señalado este experto, que ha precisado que el sector no está en contra de estas gafas, pero sí quiere que su venta esté supervisada por un especialista.

En cuanto a internet, Noguera ha considerado que el sector debe verlo como una oportunidad y no como un enemigo. “Debe ser un aliado nuestro para potenciar los puntos de venta”.

El Libro Blanco apunta a que sin una buena salud visual no se puede hacer frente a las exigencias derivadas de las nuevas tecnologías.

En este sentido, señala que el 15 por ciento de la población no ve en 3D.

Refleja también cómo la crisis comienza ya a afectar a la salud visual de los españoles.

Así, se estima que más de cuatro millones de posibles usuarios de equipamientos ópticos no los consumen por desconocimiento o por su precaria situación económica.

El documento recomienda el reconocimiento de los ópticos-optometristas en el Sistema Nacional de Salud y pide la existencia de uno de estos profesionales en cada centro de salud y en cada servicio de oftalmología.

A este respecto, el subdirector general de la Cartera Básica de Servicios del Ministerio, Jesús Ramírez, ha considerado que el Ministerio los debería reconocer “como agentes de salud absolutamente claves” del sistema sanitario.