La consulta a gobernador de Yakarta examina el pluralismo religioso en Indonesia

Las elecciones a gobernador de Yakarta de mañana entre el cristiano Basuki Tjahaja Purnama y el musulmán Anies Baswedan suponen, más que un cargo político, una prueba para comprobar el pluralismo religioso en Indonesia, el país con más musulmanes del mundo.

El radicalismo islámico, con la organización Frente de Defensores del Islám a la cabeza, ha llevado a juicio al candidato cristiano por blasfemo, ha organizado manifestaciones multitudinarias en su contra y le ha marcado como “kafir” (infiel), prohibiendo a los musulmanes que le voten.

La ofensiva ha relegado a un segundo plano la valoración de propuestas políticas o la actuación de este cristiano llamado por los indonesios por su apodo, Ahok, en un cargo que desempeña desde 2014.

Importa poco que, según una encuesta de marzo, dos de cada tres habitantes de Yakarta aprueben su trabajo, porque menos de la mitad lo votará mañana, de acuerdo con los últimos sondeos.

Ahok ganó en la primera vuelta, el 15 de febrero pasado, con el 43 por ciento de los votos y Baswedan quedó segundo con el 40 por ciento.

Desde entonces, la diferencia ha cambiado porque los sondeos de intención de voto han llegado divididos a la recta final de la segunda vuelta.

La encuesta divulgada por la firma Charta Politika el pasado fin de semana concede la victoria mañana al cristiano, con el 47,3 por ciento, por delante del musulmán, el 44,8 por ciento, mientras que la cantidad de indecisos asciende al 7,9 por ciento.

El trabajo que la firma Indikator llevó a cabo entre el 12 y 14 de abril prevé que el musulmán gane con el 48,2 por ciento y que el cristiano saque el 47,4 por ciento, y deja en el 4,4 por ciento el porcentaje de indecisos.

La pugna entre Ahok y el Frente de Defensores del Islam proviene de 2014, cuando el actual presidente de Indonesia, Joko Widodo, dejó el cargo de gobernador de Yakarta para asumir como jefe de Estado y el primero le sucedió desde el puesto de vicegobernador.

El Frente de Defensores del Islam se opuso entonces a que un “kafir” ocupase el cargo.

Ahok, que intentó ilegalizar el Frente de Defensores del Islam, mantuvo el favor popular a través de iniciativas para combatir la corrupción y mejorar las infraestructuras, el transporte, la sanidad y la educación.

Pero en septiembre, unas declaraciones suyas sobre un versículo del Corán se convirtieron para el Frente de Defensores del Islam en una blasfemia imperdonable.

Ahok, aunque mantiene que el vídeo con los comentarios supuestamente ofensivos con el islam ha sido manipulado, pidió disculpas a quienes se sintieron ultrajados.

El juicio por blasfemia comenzó en diciembre y ha continuado pese a la campaña electoral.

Baswedan ha aprovechado esta coyuntura más que para atacar a su adversario y reafirmar su compromiso musulmán.

“El extremismo y la intolerancia están creciendo en Indonesia porque nadie se atreve a trazar una línea y reconocer por lo que es la incitación inspirada por la religión, y mucho menos condenarla o tomar medidas para detenerla”, según la australiana Sidney Jones, reconocida experta en asuntos indonesios.

Según Jones, la indecisión o los intereses de políticos poderosos han dado alas al radicalismo islámico.

Indonesia tiene previsto celebrar elecciones presidenciales en 2019, por lo que los comicios de mañana pueden servir como una muestra del futuro.

Las autoridades desplegarán mañana en la capital unos 60.000 agentes para garantizar que la jornada de votación transcurre con normalidad, velarán porque no se organicen movilizaciones que influyan en los votantes y vigilarán las personas que entran en Yakarta.

Al día siguiente, Ahok, que probablemente conozca ya el resultado de las urnas aunque el anuncio oficial salga más tarde, debe presentarse en los juzgados para oír la pena que la fiscalía pide por el delito de blasfemia.