Cuatro heridos en ataque de comunistas a convoy de presidencia en Filipinas

Cuatro agentes de seguridad del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, resultaron heridos en una emboscada de rebeldes comunistas a un convoy en el que no estaba el mandatario en el sur del país, informaron hoy fuentes oficiales.

El incidente ocurrió ayer en una carretera de la localidad de Arakan, al oeste de la isla de Mindanao, donde los insurgentes habían desplegado un falso retén militar, indicó el portavoz del Grupo de Seguridad Presidencial (GSP), Mike Aquino.

Cuando el convoy compuesto por dos vehículos se aproximaba al falso punto de control, un grupo de más de 50 rebeldes del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) disfrazados de soldados abrieron fuego contra la comitiva, lo que provocó un tiroteo entre ambos, según Aquino.

El intercambio de disparos dejó heridos a cuatro agentes de seguridad de Duterte, que fueron trasladados a un hospital mientras las Fuerzas Armadas iniciaron una operación para atrapar a los miembros de la guerrilla comunista responsables de la emboscada.

El conflicto entre el Nuevo Ejército del Pueblo -que cuenta con unos 6.000 combatientes regulares según estimaciones- y el Estado filipino dura ya más de cuatro décadas y media, y ha causado al menos 30.000 muertos.

Representantes del ilegalizado Partido Comunista de Filipinas, brazo político del NEP, negocian desde abril con el Gobierno para sentar las bases de una paz definitiva, aunque de momento las discusiones no han dado frutos.

Duterte ordenó ayer al equipo negociador del Ejecutivo que no reanuden las conversaciones de paz hasta que los rebeldes dejen de atacar a las tropas y extorsionar a la población en Mindanao.

En esta isla de unos 20 millones de habitantes también operan varios grupos yihadistas afines al Estado Islámico como el que mantiene el enfrentamiento con el Ejército en la ciudad de Marawi, en un conflicto que suma más de 550 muertos en casi dos meses.