La huella de Magallanes o el general MacArthur en las islas del tifón Haiyan

El descubridor Magallanes o el mítico general estadounidense MacArthur son algunos de los personajes que dejaron huella en la islas golpeadas hace ocho días por el tifón Haiyan en la región central de Filipinas.

“I shall return” (“Volveré”), fueron las palabras que pronunció el militar cuando en marzo de 1942 tuvo que huir de Filipinas, entonces una colonia de Estados Unidos, en los albores de la Segunda Guerra Mundial.

Dos años y siete meses después, el aguerrido militar cumplió su palabra al desembarcar en la isla de Leyte e instaló su cuartel general Tacloban, la ciudad que ahora yace en ruinas y donde los soldados americanos están en misión humanitaria.

El tifón sólo volcó una de las siete estatuas del conjunto escultórico que inmortaliza la escena en la que el general, con gafas de sol y paso decidido, dio sus primeros pasos en Red Beach justo después del desembarco.

El pasado 16 de marzo, las autoridades y los habitantes de la isla de Homonhon celebraron el 491 aniversario del desembarco del explorador portugués Fernando de Magallanes al mando de la flota española en su periplo alrededor del mundo.

Homonhon, entonces deshabitada, fue la primera isla en la que los hombres de Magallanes desembarcaron para proveerse de víveres tras la travesía a través del Océano Pacífico.

Las celebraciones del aniversario incluyó una feria de productos locales, una misa, actuaciones musicales y una representación teatral del desembarco de Magallanes, quien más tarde moriría en una escaramuza con indígenas en la isla de Mactán.

Ocho días después del Haiyan, no hay noticias de la situación de Homonhon, una de las primeras islas en ser azotadas por el tifón que ha causado cerca de 4.000 muertos, según la última estimación de la ONU, y asoló poblaciones enteras.

Leyte, otra de las islas gravemente afectadas en la región de Bisayas, es el feudo electoral del clan de los Romualdez, la familia de Imelda Marcos, la congresista y esposa del dictador Ferdinand Marcos, que gobernó Filipinas entre 1965 y 1986.

Uno de los sobrinos de Imelda es el alcalde de Tacloban, la capital de Leyte, y otro es congresista en representación de esta provincia, habitada por la etnia waray, la quinta más numerosa en las más de 7.000 islas del archipiélago.

“No perdáis la esperanza. Nosotros, los waray, volveremos a levantarnos”, dijo en un comunicado Marcos, de 84 años y quien se encuentra convaleciente en el hospital debido a problemas derivados de la diabetes.

Las islas afectadas por el tifón, en la región de Bisayas, dependen en gran parte de la agricultura y la pesca, así como del turismo, sobre todo en Cebú.

La isla de Leyte, frente a la que se libró la mayor batalla naval en la II Guerra Mundial, acoge diversas plantas geotérmicas que abastecen energía a otras regiones, que fueron dañadas por el Haiyan, bautizado localmente como Yolanda.

Soldados y especialistas de medio mundo trabajan para asistir a los supervivientes del desastre, así como para iniciar los trabajos de reconstrucción de las infraestructuras, una tarea colosal que tardará años en completarse.

Según las últimas estimaciones de Naciones Unidas, cerca de 4.400 personas murieron al paso de Haiyan por las provincias centrales del archipiélago, mientras que los damnificados ascienden a más de nueve millones de personas.