La idea de restaurar la monarquía revoluciona a Georgia

Georgia vive estos días un animado debate después de que su máximo líder religioso y la personalidad más respetada del país, el patriarca Elías II, abogara por reinstaurar la monarquía en esta república parlamentaria del Cáucaso.

El primer ministro georgiano, Guiorgui Kvirikashvili, calificó de “interesante” la sugerencia del patriarca pero advirtió de que este tipo de cambios suelen llevar “décadas”.

“Hay que debatir el asunto en amplios círculos de la sociedad, porque esto requiere un consenso universal. No debemos apurarnos”, dijo el jefe del Gobierno.

En caso de que Georgia optase por recuperar la monarquía, que fue abolida hace dos siglos, el principal pretendiente al trono será Guiorgui Bagration, un niño de cinco años nacido en Madrid, donde vive actualmente.

La idea de recuperar la institución monárquica en el país se ha apoderado de las mentes y los discursos de los políticos y expertos georgianos desde que hace una semana fue sugerida por el máximo jerarca de la Iglesia Ortodoxa.

Durante la misa dominical en la Catedral de la Santa Trinidad de Tiflis, Elías II señaló que en el mundo contemporáneo “hay muchos monarcas que reinan pero no gobiernan” y que eso “da tranquilidad” a sus países.

“Hemos de analizar quiénes fuimos, quiénes somos ahora y qué queremos ser mañana. Hemos de recordar que Georgia tuvo una de las monarquías más antiguas”, insistió el patriarca georgiano.

Al día siguiente, Elías II abordó la iniciativa con el jefe del parlamento georgiano, Irakli Kobijadze, quien señaló después que el debate sobre el regreso de la monarquía es un proyecto a largo plazo que debe iniciarse “cuando se den las condiciones oportunas”.

Por su parte, la diputada Eka Beselia propuso celebrar en un futuro un plebiscito para elegir la forma de gobierno.

Mientras, el vicepresidente del parlamento georgiano, Gueorgi Volski, recordó que la monarquía constitucional ha sido “una opción viable para muchos países europeos, como Reino Unido, Dinamarca, Suecia, España o Bélgica” y también podría funcionar en Georgia.

Sin embargo, dijo que aún no es el momento para este tipo de reformas, porque la sociedad no está preparada.

Hace una década, el patriarca ortodoxo ya propuso debatir el regreso de la monarquía, eliminada en 1801, tras la anexión de Georgia por el Imperio ruso, pero la iniciativa no prosperó.

Según el experto en derecho constitucional Vajtang Dzabiradze, “difícilmente la idea del patriarca es lo que Georgia necesita”.

“No es la monarquía lo que contribuye a la estabilidad sino unas instituciones de gobierno que funcionan bien, y eso es lo que nos falta”, dijo Dzabiradze a Efe.

Coincidió con él la diputada opositora Salomé Samadashvili, quien afirmó que Georgia no puede permitirse costear una monarquía.

“Las autoridades han empezado a hablar del tema para desviar la atención de los problemas actuales”, asegura.

Tras la abolición de la monarquía georgiana, los herederos al trono del país caucasiano de la dinastía de los Bagration vivieron principalmente en España y Rusia.

En 1942, un congreso de asociaciones de inmigrantes georgianos celebrado en Roma eligió como heredero del trono de Georgia al príncipe Irakli Bagration.

Poco después, tras la muerte de su esposa, la condesa italiana Maria Antonietta Pasquini, Irakli Bagration se trasladó a España con su hijo pequeño, Jorge, y en 1946 se casó en segundas nupcias con la infanta María de las Mercedes de Baviera y Borbón, sobrina del rey Alfonso XIII.

Tras su fallecimiento en 1977, su hijo Jorge de Bagration, piloto español de Fórmula 1, se convirtió en cabeza oficial de la familia real georgiana.

Jorge vivió prácticamente toda su vida en España pero dos años antes de su muerte, en 2008, dejó Marbella para mudarse a Georgia.

Tuvo cuatro hijos de dos matrimonios: los príncipes Irakli, David y Hugo (Guram, en georgiano), y la princesa María, todos de nacionalidad española.

En 2009, se celebró en Georgia una “boda real”, la del príncipe heredero David de Bagration y de Mujrani, con Anna Mujraneli, representante de otra de las ramas de la Familia Imperial de los Bagration.

La pareja tuvo un hijo, Gueorgi, quien nació en 2011 en Madrid y fue bautizado dos años más tarde en Georgia por el propio patriarca Elías II, y es considerado por los monárquicos como el legítimo heredero del trono.