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Un líder insurgente afgano firma la paz por videoconferencia desde un lugar oculto

Un líder insurgente afgano firma la paz por videoconferencia desde un lugar oculto

EFE

Kabul —

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Gulbuddin Hekmatyar, líder del segundo grupo insurgente afgano, el Hezb-e-Islamic (HIA, Partido Islámico de Afganistán), ratificó hoy con el presidente del país, Ashraf Gani, el acuerdo de paz suscrito hace una semana firmando el pacto por videoconferencia desde la clandestinidad.

El ex primer ministro y señor de la guerra Hekmatyar rubricó el acuerdo desde una localización oculta, en la que se le ve firmando los documentos ante un fondo azul, mientras que Gani hizo lo mismo desde el palacio presidencial en Kabul.

“El acuerdo de paz se ha implementado en su totalidad y los pasos prácticos para su ejecución comenzarán de inmediato”, afirmó Gani en un acto al que acudieron representantes de todos los partidos políticos, entre ellos el expresidente afgano Hamid Karzai.

Gani aseguró que el pacto no contradice ningún punto de la Constitución afgana y llamó al resto de grupos insurgentes en suelo afgano, en especial a los talibanes, a que manifiesten cuál es su “elección” entre la guerra y la paz.

“Estoy dispuesto a sacrificar mi vida por la paz si es necesario”, sentenció el presidente afgano.

Por su parte, Hekmatyar, polémico señor de la guerra con vínculos con los talibanes y la red Al Qaeda, felicitó a la nación a través de videoconferencia por “un acuerdo de paz histórico”.

“Creo que con la firma de este acuerdo la actual crisis finalizará”, sentenció el líder de HIA, que expresó su deseo de que a partir de ahora “las competiciones armadas dejen paso a competiciones políticas constructivas”.

El pacto formalizado hoy por el presidente y el líder de HIA fue suscrito ya hace una semana por representantes de ambas partes y prevé que el Gobierno afgano inicie los pasos para legalizar a este grupo y sus miembros sobre los que penden sanciones internacionales.

De esta manera, Hekmatyar, acusado de matar a decenas de miles de ciudadanos en Kabul durante la guerra civil en los años 90, podrá regresar a la capital afgana.

El acuerdo implica una “amnistía” por las actividades del grupo insurgente de los últimos 14 años, la repatriación “digna y sustentable” de sus familias y la liberación de prisioneros que no cometieran crímenes.

HIA acepta la Constitución afgana y desmovilizar a todos sus grupos armados, además de comprometerse a “cortar todos sus lazos con grupos terroristas y extremistas”.

“Pido al presidente afgano que inicie conversaciones con los talibanes y muestre su buena voluntad con la liberación sin condiciones de algunos de sus prisioneros, lo que puede animar a los talibanes a creer en el proceso de paz”, señaló hoy Hekmatyar.

Los talibanes todavía no se han pronunciado sobre el acuerdo firmado.

El acuerdo con el HIA es el único progreso que ha logrado el Gobierno en su intención de llevar a los actores del conflicto armado afgano a la mesa de negociación y a un proceso de paz que acabe con años de conflicto.

El Grupo a Cuatro, que Afganistán forma junto a Pakistán, China y Estados Unidos, lanzó a finales del año pasado una iniciativa para trazar un plan de paz que ponga fin al conflicto que comenzó en 2001 con la invasión estadounidense y la caída del régimen talibán.

Sin embargo, ese grupo insurgente, el más importante del país, ha rechazado reiteradamente sentarse a la mesa con el Gobierno tras suspenderse el proceso de paz al hacerse pública la muerte del fundador del movimiento, el mulá Omar, en julio de 2015.

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