“El maestro Tartini” de Pérez Zúñiga o el poder transformador de la belleza

A Ernesto Pérez Zúñiga escribir “La fuga del maestro Tartini”, la ambiciosa novela con la que se alzó con el Premio Torrente Ballester, le ha transformado y le ha restado incluso kilos. Y todo ello para mostrar el poder transformador de la belleza, a través de la vida del músico del XVIII Giuseppe Tartini.

Un libro que se presenta hoy y acaba de editar Alianza como parte del prestigioso premio, dotado con 25.000 euros, todo un ejercicio literario, un juego de voces en forma de fuga y en clave de novela de aventuras, exterior e interior, psicológica y fantástica, sobre este músico fascinante, que empezó siendo un maestro de la espada y terminó siendo un músico visionario.

“Llegué al conocimiento de Tartini gracias a una conferencia que di sobre literatura fantástica y música en 2007 y, al escuchar su 'Sonata del diablo', quedé absolutamente fascinado. Reformó la música de su tiempo, fue un prerrománico absoluto y trabajó como nadie el mundo de las emociones y los afectos con su violín”, explica a Efe Pérez Zúñiga (Granada, 1971).

En “La fuga del maestro Tartini”, el autor de títulos como “El juego del mono”, “Segundo círculo” o “Santo diablo” habla de la insatisfacción humana y de la necesidad de trascendencia espiritual, del mito faústico, de los sueños y de la parte más oscura del ser humano, la llamada sombra.

La historia comienza con Tartini de viejo narrando sus memorias, pero con una voz detrás que le completa, porque va contando cosas distintas con las que se produce la fuga, cosas que él no quiere recordar o de las cuales ni siquiera se acuerda.

“Es la fuerza del inconsciente, sus sueños, la comunicación con su espíritu, con su parte más íntima. Se trata de la voz faústica y diabólica, pero no es un diablo moral, sino su parte mas oscura”, argumenta este poeta y narrador.

Tartini comienza a huir desde muy joven del destino al que le habían condenado sus padres: ser un eclesiástico, pero se fuga y se convierte en un maestro de la espada. “Me impresionó mucho que la mano que empuñó armas fuera la misma que tenía una técnica increíble, con la que creó algunas de las músicas más maravillosas del mundo”, precisa el autor.

Una obra para la que Pérez Zúñiga ha investigado durante años visitando todos los lugares que pisó el músico, Venecia, Padua, Mantua, y buceando en libros y bibliotecas, anticuarios y entrevistando a músicos y lutiers.

“He llegado a creerme que adquiría el físico de Tartini. Me he empapado de él”, matiza este autor, que traza en el libro también todo un friso de aquella época histórica y de sus músicos coetáneos, porque Tartini también estableció una escuela de violín por la que fue llamado “El maestro de las naciones” y por la que pasó un músico como Salieri. Incluso Mozart le nombra en su tratado sobre violín.

Esta novela, que pretende borrar la línea del tiempo y en la que aparecen claramente tres aspectos del músico, el amor, la familia y la amistad, proporciona al lector información que no tiene el propio Tartini, en una especie de juego literario.

“Es un canto a la literatura como poder de transformación y con una idea clara: hace falta destruirse, bajar hasta el fondo del pozo y quitarse todas las capas para ser libre. El intenta buscar el secreto del mundo a través de la música y, al final de su vida, se da cuenta que todo está en lo más cercano, en lo más simple”, concluye el escritor.

Para completar la lectura de este libro, la editorial Alianza ha creado una página web donde se pueden oír las piezas de Tartini: lafugadelmaestrotartini.blogspot.com.

Por Carmen Sigüenza.