El manifiesto del acto de Baiona destaca que “todos ganan y nadie pierde” si se acaba con la política de dispersión

El manifiesto de Baiona, leído por los representantes de organizaciones políticas, sindicales y sociales, que apoyan el desarme de ETA facilitado por el 'grupo de Luhuso', destaca que “nadie pierde y todos ganan” si acaba con la política de dispersión de los presos de la banda. Además, los denominados 'artesanos de la paz' han abogado por poner “en el centro del proceso a todas las víctimas, y su sufrimiento en el pasado”.

En un acto desarrollado en la plaza Pau Bert de Baiona, miembros de las organizaciones que han respaldado la entrega de armas, entre los que se encontraba el expreso de ETA Josu Zabarte, conocido como 'el carnicero de Mondragón', han subrayado que es necesario “que los Estados español y francés acepten hablar porque hay sociedad, agentes electos y comunidad internacional dispuestos a facilitar el diálogo que acerque a una paz justa y duradera”.

Durante la movilización se han proferido gritos a favor de los presos, y la independencia. A la convocatoria de los “intermediarios civiles” del desarme, se han sumado varios miles de personas, entre los que se encontraban representantes políticos y sindicales como Arnaldo Otegi (Sortu), Pello Urizar (EA), Pili Zabala (Podemos), los miembros de la izquierda abertzale Joseba Álvarez, Pernando Barrena y Marian Beitialarrangoitia, además de Adolfo Muñoz (ELA) o Garbiñe Aranburu (LAB), entre otros.

También se ha proyectado en una pantalla gigante imágenes de los zulos, cuyas localizaciones han sido entregadas al Ejecutivo galo, y de la reunión mantenida a primera hora de la mañana entre los autodenominados 'artesanos de la paz' y los miembros del CIV para trasladarles las coordenadas de los arsenales.

Con posterioridad, y tras intervenir el sacerdote metodista Harold Good y la presidenta de Bake Bidea, Anais Funosas, ha subido al escenario a leer el manifiesto un grupo de personas que ha apoyado la labor del 'grupo de Luhuso', entre los que estaban dirigentes políticos como Pako Arizmendi (PNV) o Pello Urizar (EA), así como representantes sindicales y miembros de Gure Esku Dago, y el expreso de ETA, Josu Zabarte, conocido como el 'carnicero de Mondragón'.

En él, han afirmado que el desarme “no ha sido una ocurrencia ni algo improvisado”, y han mostrado su respeto a aquellos que no han querido participar en el mismo.

“No somos todo el pueblo, es verdad, pero hemos venido personas de todo el país y de todas las sensibilidades. Quizá así sea imposible seguir apelando al pueblo para no construir la paz. Compartimos que la paz no es tan solo la ausencia de violencia y compartimos que con violencia no hay paz. Por eso, el desarme era un paso imprescindible”, han defendido.

Tras indicar que “el hito” del desarme cierra “un capítulo de la historia lleno de dolor que queremos dejar atrás, pero no sin mirar atras”, han mostrado su recuerdo “a todas las víctimas, las conocidas y las que no lo son. Las de estas armas y las de otras”. “Queremos hacer verdad y justicia, y decir a las víctimas que no volverá a pasar y que no se va a utilizar su memoria en beneficio de ninguna de las partes”, han manifestado.

Además, han recordado a los “presos, sus familias y allegados”, y han abogado por que “la ley y la política se vuelquen en el presente sean traídos a Euskal Herria y se libere a los enfermos”. “Apostamos por que su vuelta a casa se organice lo antes posible”, han incidido, para añadir que es “posible y necesario”. Por último, han advertido de que hay “una comunidad internacional dispuesta a favorecer el diálogo” en favor de “una paz justa y duradera”.

ARTESANOS

Durante el acto, celebrado a partir de las 15.00 horas, los integrantes del 'grupo de Luhuso' Mixel Berhokoirigoin y Michel Tubiana han leído un texto, en euskera y francés, en el que ha abogado por poner “en el centro del proceso a todas las víctimas y su sufrimiento en el pasado”.

Además, han manifestado que “lo que tenía que pasar, ha pasado”, y han considerado que hay que “aprender a vivir todos juntos” y resolver las “diferencias de manera democrática”. A su juicio, “el sufrimiento del pasado” debe llevar a una “reflexión profunda” porque, si no, “no se podrá construir nada”.

Asimismo, han indicado que “el desarme significa que se pone, por encima de la fuerza, la inteligencia, que es el corazón del proceso de paz”. “Supone una buena noticia para todos y así deberían tomarlo los Estados”, han añadido.

A su juicio, gracias al sustento de la sociedad civil, “hoy ETA es una organización desarmada”. Asimismo, han subrayado que el desarme debe facilitar otros pasos hacia las víctimas y hacia los presos de ETA “que se deben dar entre todos para alcanzar una paz justa y sin retorno”.