La mayoría de las cárceles mexicanas son manejados por reos, según un informe

La mayoría de las cárceles mexicanas se encuentran en manos de los reos quienes imponen sus “autogobiernos” y se ha incrementado la violencia como motines, peleas, fugas y homicidios, señaló un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos de México (CNDH).

El organismo afirmó en sus conclusiones de un Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria que, en 65 de 101 establecimientos visitados existe el “autogobierno”, cifra que representa un aumento del 4,3 % respecto a la reportada en 2011.

Agregó que en estas prisiones se registraron 73 hechos violentos con un saldo de 154 internos fallecidos, 103 heridos y 261 fugados.

Precisó que este Diagnóstico se elaboró a partir de entrevistas y visitas a las 101 prisiones más pobladas del país, de un total de 101 centros estatales, 17 penales federales y tres prisiones militares.

De acuerdo con el informe, los penales más afectados por los llamados “autogobiernos” se encuentran en estados como Nuevo León, Tamaulipas, Sinaloa y Zacatecas, entidades donde la violencia es notoria por la presencia de los carteles del narcotráfico.

En el informe se destaca también que en 49 prisiones hay personas o grupos que ejercen violencia o control sobre el resto de los internos, desarrollan actividades ilícitas, como la venta de drogas, y la prostitución, con zonas de privilegios y donde se manejan objetos y sustancias prohibidas.

También señaló que en 57 establecimientos hay hacinamiento originado por la incorrecta distribución de los internos, en 52 existe sobrepoblación y en algunos se duplica la capacidad instalada.

En 81 centros no existe una separación entre reos procesados y sentenciados, agravado por el hecho de que las actividades laborales y de capacitación son insuficientes, lo cual impide lograr la reinserción social que establece la Constitución.

La CNDH añadió que en la mayoría de los centros penitenciarios es deficiente la calidad de los alimentos y la atención a internos con requerimientos especiales como adultos mayores y para personas discapacitadas e internos con adicciones.

Denunció que el personal de la CNDH enfrentó obstáculos para recorrer y examinar las cárceles en su totalidad, porque “se argumentó que las llaves de los candados de algunas áreas estaban en manos de los internos, además de que algunas celdas estaban cubiertas con cartones o cobijas para impedir la visibilidad”.

También alertó sobre “el desinterés de directivos y autoridades penitenciarias” para colaborar con los visitadores y para garantizar su integridad durante los recorridos.

En muchos casos no se proporcionó la documentación o no se permitió entrevistar a los reclusos.

El Diagnóstico se elaboró con la información ofrecida por los directores de los centros, personal de seguridad, custodios; se aplicaron encuestas a internos y se realizaron recorridos en diversas instalaciones y módulos de cada prisión.

De acuerdo con los últimos datos de la CNDH entre el 1 de enero al 14 de octubre pasado se tiene un registro de 119 incidentes en centros penitenciarios, con un saldo de 109 fallecidos, 224 heridos y 67 fugados.