La mediación liderada por la ONU exige una transición civil en Burkina Faso

La misión conjunta de Naciones Unidas, la Unión Africana (UA) y la Comisión de la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO) desplazada a Burkina Faso exigió hoy una transición civil en el país tras la dimisión de Blaise Compaoré, que llevaba 27 años en el poder.

Las organizaciones internacionales y regionales se opusieron así a la toma del poder por parte del Ejército, quien ayer designó líder de la transición al número dos de la guardia presidencial, Yacouba Isaac Zida, anunció el líder de la misión conjunta, Mohamed Ibn Chambas, en rueda de prensa en la capital burkinesa.

La misión conjunta, desplazada a Uagadadugú el pasado viernes, defiende una transición “conforme al orden constitucional” y “liderada por un civil”.

“A pesar de la situación a la que se enfrenta el país, la misión pide a sus interlocutores nacionales y, sobre todo, a la jerarquía militar que actúen de modo que las instituciones de la transición sean conformes a las normas constitucionales”, añadió Chambas, representante especial de la ONU para África Occidental.

Las tres organizaciones se mostraron dispuestas a trabajar con todos los sectores implicados para volver al orden constitucional, “y no desean llegar a la aplicación de sanciones”, advirtieron.

Hicieron hincapié, no obstante, en la necesidad de que el vacío de poder se solucione lo antes posible.

Según Chambas, los militares que se han entrevistado con la misión conjunta han expresado su deseo de cooperar con las organizaciones para buscar la mejor transición posible.

La petición de la ONU y las organizaciones regionales llega en un momento de gran división en la sociedad burkinesa, entre un Ejército partidario de retener el poder y la oposición y sociedad civil, que volverán hoy a las calles a pedir que la transición sea civil.

Hoy se espera una nueva jornada de protestas en torno a la Plaza de la Nación, epicentro de las masivas manifestaciones que se opusieron a la prolongación del mandato de Compaoré y terminaron forzando el pasado viernes la dimisión del hasta entonces presidente.

Una relativa calma ha vuelto en las últimas horas a Burkina Faso, que ha reabierto sus fronteras aéreas y volverá a abrir los colegios mañana, según fuentes oficiales.