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La mezquita del “califato” yihadista se le atraganta a las fuerzas iraquíes

La mezquita del "califato" yihadista se le atraganta a las fuerzas iraquíes

EFE

Mosul (Irak) —

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A las fuerzas iraquíes se les atraganta la liberación de la mezquita Al Nuri, en Mosul, en la que el líder del Estado Islámico (EI), Abu Bakr al Bagdadi, realizó su primera aparición pública tras autoproclamarse califa, el 29 de junio de 2014, y donde los yihadistas todavía resisten.

Hace dos semanas, el Ejército iraquí publicaba las primeras imágenes del alminar inclinado del templo, para anunciar que apenas les separaban unos cientos de metros del edificio, cuya conquista le supondría una gran victoria moral.

Sin embargo, la estrechez de las calles de la zona antigua de Mosul, donde se ubica la mezquita, y la elevada densidad de población, además de la resistencia ofrecida por los combatientes del EI y las adversas condiciones meteorológicas, han dejado a las fuerzas iraquíes clavadas a las puertas de la mezquita, cuyo origen se remonta al siglo XII.

El 4 de julio de 2014 y en medio de un imponente despliegue de seguridad, Al Bagdadi anunciaba desde el alminar de la sala de oración del templo que desde ese lugar se irradiaría el califato que acababa de comenzar.

Un mes antes, en una campaña meteórica, El Estado Islámico se había hecho con el control de todo Mosul y gran parte del norte de Irak.

Casi tres años después, acorralados por las fuerzas de combate de la Policía Federal, los yihadistas se resisten a perder un nuevo símbolo de sus conquistas, y para ello están empleando todos los medios de que disponen como francotiradores, morteros y la propia población local, convertida en escudos humanos.

En la zona de Bab al Yadid, los disparos de los combates y de los francotiradores son constantes.

Entre los callejones, un grupo de agentes de la Policía Federal encabezados por el oficial Was Mohamed, se mueven evitando las balas de los yihadistas apostados en los edificios de esta zona antigua, desde donde en algunas calles aparece la imagen del alminar de Al Nuri, conocido como Al Hudba.

“Las fuerzas de la Policía Federal están encontrando algunas dificultades para avanzar en la zona antigua debido a la dura resistencia” del EI, dijo Mohamed a Efe.

Según el oficial, desde hace dos semanas no ha transcurrido un solo día en el que no hayan tenido que enfrentarse con yihadistas, algunos de ellos kamikazes cargados de explosivos que intentan romper las líneas de las fuerzas iraquíes.

“La mezquita es un símbolo moral para ambas partes. Tanto para los terroristas del Dáesh como para nuestras fuerzas, porque con la recuperación de la gran mezquita anunciaremos la liberación de todo Mosul”, agregó el oficial.

“Es una cuestión de tiempo, la liberaremos pronto y arriaremos la bandera del EI”, concluyó el oficial agitando la cabeza y señalando al alminar de la mezquita visible desde su posición, entre el ruido de los continuos disparos.

En medio de esta lucha sin cuartel, miles de civiles sufren encerrados en sus casas el fuego cruzado entre ambos bandos, que ya se ha cobrado la vida de decenas de personas.

Mojados por la lluvia Abu Ahmad, su mujer y sus tres hijos tiemblan de frío y miedo, llevan seis días sin apenas comer ni beber esperando el momento de escapar de la pesadilla en la que se han convertido los alrededores de la mezquita Al Nuri.

“Mis hijos y yo estamos agotados de tanta hambre y tanto miedo. Cerca de nosotros se derrumbaron pisos con sus dueños en el interior por culpa de los disparos de obuses cruzados”, dice a Efe Abu Ahmed, de 43 años.

Relata que lograron huir atravesando los escombros de los edificios derribados, entre el ruido de los vehículos blindados esperando el momento de escapar, que nunca llegaba.

Cerca de la mezquita todavía vive Zuhair al Ebaui, de 51 años, rodeado por las fuerzas iraquíes.

En conversación telefónica con Efe dijo que las fuerzas iraquíes “han decepcionado” a los habitantes de la zona atrapados en sus casas.

Al Ebaui calificó lo que les está pasando de “una muerte lenta”, ya que no les queda ni comida ni agua.

Hoy, las fuerzas de la Policía Federal iraquí han estrechado el cerco a la zona de la mezquita, según dijo a Efe el comandante de esas tropas, Raid Shaker Yaudat.

Además, señaló que solo utilizan pocas bombas y francotiradores para matar a los miembros del EI, que se esconden en las casas antiguas de la zona, y que utilizan la artillería en zonas abiertas donde no hay casas de civiles.

Ayer, La ONU dijo que al menos 307 personas murieron en el oeste de Mosul entre el 17 de febrero y el 22 de marzo y otras 273 resultaron heridas como consecuencia de ataques del EI y bombardeos aéreos.

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