El ministro de Educación Campeanu, primer ministro interino de Rumanía

El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, nombró hoy al hasta ahora ministro de Educación, Sorin Campeanu, como primer ministro interino, en sustitución del dimitido jefe de Gobierno, Victor Ponta.

“He aceptado la dimisión del primer ministro Ponta. He decidido designar como primer ministro interino a Sorin Campeanu, ministro de Educación. He firmado ambos decretos”, declaró Iohannis en una rueda de prensa.

Ponta, quien afronta acusaciones de evasión fiscal y otros delitos, había renunciado a su cargo por las multitudinarias manifestaciones ciudadanas tras el incendio en un club nocturno en Bucarest, que causó el pasado viernes 32 muertos y casi 200 heridos.

Campeanu, de 47 años y socialdemócrata como el dimitido primer ministro, fue rector de la Facultad de Ingeniería Agrónoma y Veterinaria de la Universidad de Bucarest entre 2012 y 2014, cuando fue nombrado ministro de Educación por Ponta.

En 2012, también fue elegido como secretario general del Consejo Nacional de Certificados de títulos, por lo que participó en la comisión que declaró que Ponta no había plagiado su tesis doctoral.

Iohannis precisó hoy que incluirá también a la sociedad civil para las consultas que empiezan hoy mismo y que se prevén que terminen mañana para tratar de formar un nuevo gobierno.

“He decidido, que después de las consultas con los partidos que he planificado entre hoy y mañana, me reuniré por primera vez con un nuevo actor: la sociedad civil”, aseguró el presidente.

“Seguí anoche con gran atención las manifestación de la calle. Estoy muy satisfecho que fueran pacíficas, sin violencia, sin exageraciones”, subrayó Iohannis.

“Os he visto, os he oído, tendré en cuenta vuestras peticiones”, aseguró el presidente rumano.

La oposición liberal reclama las elecciones anticipadas pero la coalición de centroizquierda, formada por el Partido Socialdemócrata y tres pequeños partidos, sigue gozando de mayoría para constituir un nuevo Ejecutivo.

A pesar de la dimisión de Ponta, unas 70.000 personas se manifestaron ayer en varias ciudades de Rumanía para exigir un cambio político que acabe con la corrupción en el segundo país más pobre de la Unión Europea (UE).