La mujer del ministro indio Shashi Tharoor no falleció de muerte natural

La mujer del ministro indio de Desarrollo de Recursos Humanos, Shashi Tharoor, que apareció ayer muerta en un hotel de Nueva Delhi, no falleció de muerte natural, dijo hoy uno de los doctores que hicieron la autopsia al cadáver.

“Es un caso de muerte repentina y no natural”, afirmó Sudhir Gupta, del equipo médico que practicó hoy la autopsia del cuerpo.

Gupta apuntó que el cadáver mostraba “marcas de heridas” pero no precisó si están vinculadas con el deceso, y adelantó que a la espera de que se conozcan los resultados de algunos análisis hasta dentro de “dos días” no se divulgará el informe de la autopsia.

El médico hizo estas declaraciones a la prensa después de que el cuerpo de Sunanda Pushkar abandonara el Instituto de Ciencias Medicas de la India -donde se le práctico la autopsia-, para su cremación a última hora de la tarde en esta capital.

En el mismo centro hospitalario ingresó la pasada madrugada el propio Tharoor tras sufrir un fuerte dolor en el pecho, aunque el ministro indio recibió el alta a lo largo del día, después de se comprobara que solo había sufrido un ataque de hipertensión.

Pushkar apareció ayer muerta en una habitación de un hotel de lujo de Nueva Delhi sin que el cadáver mostrara signos de violencia, precisó la Policía, que indicó que podría tratarse de un suicidio pero apuntó que habría que esperar al informe de la autopsia.

El deceso se produjo dos días después de que Pushkar denunciara en el miércoles en la prensa local una relación extramarital de Tharoor con una conocida periodista paquistaní, Mehr Tarar, a quien calificó de “agente del ISI”, los servicios secretos de Pakistán.

Tras la publicación de la noticia, Tharoor aseguró que su cuenta en una red social había sufrido hacía días una suplantación de identidad por parte de alguien que había accedido a información confidencial, cuya naturaleza no especificó.

La mujer del político negó ser el pirata informático.

Shashi Taroor y Sunanda Pushkar se casaron en 2010, en lo que para los dos fue su tercer matrimonio.

La pareja llevaba una intensa vida social.

La presencia de Sunanda Pushkar era habitual en las fiestas de alto copete en Nueva Delhi mientras que su esposo representaba la cara glamourosa del Gobierno indio, donde su promisoria proyección política se vio truncada, no obstante, por denuncias de corrupción.