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Dos mujeres para homenajear a Kennedy y acabar con el estigma de Dallas

Dos mujeres para homenajear a Kennedy y acabar con el estigma de Dallas

EFE

Dallas (EEUU) —

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Ruth Altshuler y Linda Custard, de 89 y 74 años, respectivamente, encabezan el comité que organiza el homenaje al presidente John F. Kennedy en el 50 aniversario de su asesinato y tienen un claro objetivo en mente: acabar con el estigma de la “ciudad del odio” que Dallas arrastró durante años.

La elección del alcalde de la ciudad, Mike Rawlings, fue meditada: ambas han vivido toda su vida en Dallas, con lo que han conseguido movilizar a miles de ciudadanos; son veteranas de la filantropía, indispensable para organizar este homenaje basado en donaciones privadas, y vivieron en la ciudad esa trágica fecha y sus posteriores años.

El último punto era clave porque los años que siguieron al shock inicial fueron duros para Dallas, que cargó con el estigma de ser tratada como “la ciudad del odio” y se encontró con un profundo resentimiento por parte de muchos estadounidenses.

“Los días posteriores fueron horribles para la ciudad, que de repente tuvo que ver cómo se la denominaba ciudad del odio, que en absoluto es como yo la veía”, explica a Efe Linda Custard, vicepresidenta de la fundación que organiza el homenaje.

Custard, de 74 años, séptima generación de su familia que vive en Dallas, enumera todas las experiencias que sus conocidos, sus amigos e incluso ella misma sufrieron los años posteriores a la tragedia por ser de donde eran.

Una cajera en Nueva York que se negó a vender un producto al ver una dirección de Dallas en la tarjeta, un taxista que hizo bajar del vehículo a sus clientes al descubrir que provenían de la ciudad tejana, o la misma Custard, que sufrió comentarios “resentidos” en el verano de 1964 cuando viajó a Europa.

“De hecho, quien lo mató vivió muy poco tiempo en Dallas, no era de aquí”, clarifica sobre la figura de Lee Harvey Oswald esta mujer, con dilatada experiencia como empresaria y con una larga historia de voluntaria en la ciudad.

Después de décadas recordando de forma tímida y discreta los sucesivos aniversarios del asesinato de Kennedy, esta vez Dallas optó por volcarse en los eventos, movilizó a miles de voluntarios, y lleva año y medio planificando esta semana.

“He vivido toda mi vida en la ciudad de Dallas, por lo que quiero dar el mejor homenaje al presidente Kennedy, pero también terminar con el estigma con el que fue atacada la ciudad después de su muerte”, se propone la vicepresidenta.

Así es. Los actos de homenaje se centran poco en la tragedia y sus conspiraciones, y mucho en “una figura mundial, tremendamente admirada, que significó una gran pérdida para el país y para toda una generación”, subraya Custard.

La ciudad quiere acabar de una vez por todas con el estigma. Será su intento definitivo, después de dar importantes pasos en los 70 gracias a los triunfos de su equipo de fútbol americano, los Dallas Cowboys, y a la mítica serie “Dallas”, que sustituyó la historia del odio por la del clan petrolero.

A la vez, la Fundación Conmemorativa del Presidente John F. Kennedy puso un especial acento en que los que vivieron ese asesinato público, televisado y repentino cuenten sus experiencias durante estos días.

La presidenta de la fundación, Ruth Altshuler, es probablemente el mejor ejemplo, pues en sus 89 años de vida la figura de Kennedy ha ido cruzándose repetidamente en su camino.

Primero fue a través de su segundo marido, Charles Sharp, que tuvo de alumno en algunas clases de la Marina a un joven John F. Kennedy; después fue ese inolvidable 22 de noviembre de 1963, cuando era una de las miles de manos que saludaban a la comitiva presidencial.

Pero lo que no sabía entonces Ruth Altshuler es que una llamada para ser una de las primeras mujeres en Dallas en formar parte de un jurado popular, la convertiría en uno de los ciudadanos que acabarían juzgando al asesino del asesino de Kennedy, Jack Ruby, que fue condenado por haber matado a Lee Harvey Oswald.

Y volvió a cruzársele la figura de Kennedy con 89 años: presidirá el acto de homenaje en Dallas medio siglo después de su asesinato.

Damià Bonmatí

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