El barco norcoreano acepta pagar la multa impuesta por el Canal de Panamá

Los responsables del buque norcoreano Chong Chon Gang pagarán la multa impuesta por el Canal de Panamá por transitar con armas no declaradas por la vía acuática, informaron hoy fuentes legales.

El internacionalista Julio Berríos, abogado panameño de los norcoreanos, dijo a Efe que las autoridades de ese país aceptaron pagar la multa de 670.000 dólares impuesta por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), que inicialmente era de 1 millón de dólares y que fue rebajada a condición de que la tripulación aceptara que cometieron una falta.

Indicó que tres de los cinco diplomáticos norcoreanos que estuvieron en Panamá desde la semana pasada para atender el caso del barco, partieron el jueves hacia Pyongyang en busca del dinero para pagar la multa.

Otros dos se quedaron en las instalaciones del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), en la caribeña provincia de Colón, donde están retenidos sus 35 tripulantes.

Berrios explicó que para estos dos diplomáticos se ha solicitado una prórroga de 15 días a su visado, e indicó que recomendó pagar la multa porque permitía que se redujera un tercio de dicha deuda.

Añadió que el barco también tendrá que pagar los costos exigidos por las autoridades de seguridad panameñas para devolverles 250.000 sacos de azúcar que les fueron retenidos junto con las armas.

El administrador de la ACP, Jorge Quijano, informó ayer que se puede reducir de 1 millón a 670.000 dólares la multa al barco norcoreano que transitó por sus aguas con armas no declaradas, si sus responsables aceptan la falta cometida.

El barco granelero está retenido en aguas de la antigua base aeronaval Sherman, en la provincia panameña de Colón, en el Caribe y a unos 80 kilómetros de la capital.

La nave, que fue detenida en julio pasado con un cargamento de armas cubanas no declaradas, no puede zarpar por no haber pagado la multa, a pesar de que la Justicia panameña la liberó este miércoles.

Hasta el momento está pendiente de resolver la situación de los 35 tripulantes que están detenidos en las instalaciones de Sherman, y que, según Berríos, pueden ser liberados porque desconocían sobre la carga ilícita.

La Justicia de Panamá acusó a los tripulantes del delito de atentar contra la seguridad colectiva, que se pena con hasta 12 años de prisión.

El arsenal cubano fue hallado por las autoridades panameñas bajo 10.000 toneladas de azúcar distribuidas en más 200.000 sacos y que fueron descargadas del barco y llevados al interior de Panamá en un operativo que se prolongó un mes.

Las armas, incluidas plataformas de misiles, dos modernos aviones Mig-21 Bis, motores de esa aeronave nuevos y otros pertrechos, también fueron desembarcadas y trasladadas a otros hangares de la antigua base aérea de Howard, hoy aeropuerto Panamá-Pacífico, a cinco kilómetros al oeste de la capital panameña.

Panamá apeló a la ONU y en agosto pasado un equipo de expertos del Consejo de Seguridad llegó al país para inspeccionar las armas, las cuales, según un informe preliminar, violaban las resoluciones que impiden a Pyongyang importar o exportar armamento de cualquier tipo, informó Naciones Unidas el pasado 28 de agosto.