El partido gobernante cierra con un mitin la campaña electoral en Birmania

El partido del presidente birmano, Thein Sein, celebra hoy el cierre de la campaña electoral con un mitin en Rangún para recabar apoyos de cara a la votación del próximo domingo.

Excepto por la presencia de algunos carteles electorales y eventuales mítines, no se percibe en las congestionadas calles de Rangún, la antigua capital, el frenesí habitual de las citas electorales en otros países.

Cientos de seguidores del gobernante Partido del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión (USDP, en sus siglas en inglés) han comenzado a concentrarse con banderas verdes cerca de la pagoda Thuwanna para el mitin.

No se prevé la presencia de Thein Sein, que como jefe de Estado no puede participar en eventos electorales, ni una afluencia similar a los 80.000 seguidores que convocó la líder opositora y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, en ese mismo lugar el domingo pasado.

A pesar de la ausencia de sondeos de intención de voto en estos comicios, los analistas dan por ganador al partido de Suu Kyi, Liga Nacional para la Democracia (NLD, en sus siglas en inglés).

La líder opositora ha reiterado al electorado que, aunque la Constitución no le permite ocupar la presidencia porque sus hijos tienen pasaporte británico, ella gobernará el país si tienen una gran victoria el domingo.

Varios políticos del USDP le han contestado que, según la Constitución, nadie puede estar por encima del presidente.

“No es posible. El presidente es el líder supremo del país”, indicó Htay Oo, uno de los dirigentes del partido gobernante, al diario Strats Times.

Unos 35 millones de birmanos están llamados a elegir a los diputados de los parlamentos regionales y de las dos cámaras del Legislativo nacional, que se conformará en enero para, entre febrero y marzo, poder elegir al próximo jefe de Estado y dos vicepresidentes.

El presidente es el encargado de elegir a los miembros del Gobierno.

El USDP ganó con mayoría amplia las elecciones de 2010, celebradas por escasa transparencia bajo la última junta militar y que fueron boicoteadas por la NLD de Suu Kyi.

La siguiente vez que los birmanos fueron convocados a las urnas fue en 2012 para unas elecciones parciales, la dictadura militar se había disuelto y gobernaba el país un gobierno civil afín.

En esa ocasión, el partido de Suu Kyi obtuvo los 43 diputados que presentó para ocupar 45 escaños en el Parlamento nacional, resultado que refleja el apoyo que tiene la líder opositora, que pasó 15 años bajo arresto domiciliario por desafiar a los generales que gobernaban el país.

Según la Constitución, las Fuerzas Armadas tienen el 25 por ciento de los escaños del Parlamento nacional y el jefe de las FF.AA. propone los candidatos para las carteras de Defensa, Interior y Fronteras.

Organizaciones como Human Rights Watch han criticado estas elecciones por la discriminación que sufren los musulmanes, especialmente de la minoría rohinyá.

La votación no se podrá llevar a cabo en algunas zonas del este y noreste debido a problemas de seguridad relacionados con las guerrillas de las minorías étnicas, que conforman cerca del 30 por ciento de los 51,4 millones de habitantes en el país.

Más de 8.000 policías y voluntarios velarán por la seguridad en los centros electorales en Rangún, la ciudad más poblada del país, y permanecerán en alerta hasta el 14 de noviembre.

Las elecciones del domingo serán las primeras organizadas por un gobierno civil tras medio siglo de regímenes militares (1962-2011).

En 2010, los militares convocaron unos comicios criticados por supuesto fraude y al año siguiente traspasaron el poder a un Gobierno civil formado por exgenerales.

Thein Sein, que fue primer ministro de la última junta militar, se convirtió en presidente del país.

Las últimas elecciones generales celebradas en Birmania bajo un gobierno democrático ocurrieron en 1960, dos años antes de que el general Ne Win tomara el poder con un golpe de Estado.